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viernes, mayo 3

MÉXICO ¿EL PAÍS DEL FUTURO?





Texto y fotos de Julie Sopetrán


Hace unos días, una familia española, me pedía que le hablara de México, que si les recomendaba ir de vacaciones y cual sería el lugar indicado para visitar. Mi respuesta fue clara, inmediata. Cualquiera de las ciudades coloniales, les dije. Se quedaron sorprendidos y me dijeron que por qué se llamaban así y cuáles eran esas ciudades. De esta forma me di cuenta de la distancia que separa a los dos países y, que por tal motivo, surge la ignorancia que tenemos en España de México. Cuando me dijeron "háblanos de México", acudieron a mi mente experiencias de mis viajes y ese entusiasmo que mezcla lugares y cosas, gentes y costumbres. Luego, me di cuenta de lo fácil que es para mi hablar de México, desde ese momento que comencé a conocer y amar este país.
 Convento de Acolman - Región Zupango - México  (Foto facilitada por la Oficina de Turismo)

Hablo de ciudades coloniales refiriéndome a la ciudad de México, Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Morelos, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Nayarit, El Sur de la Baja California, San Luis de Potosí, Zacatecas, Coahuila, Campeche, Yucatán, Quintana Roo, Oaxaca, Chiapas, Tabasco... Todos estos lugares ofrecen al viajero una gran oferta de posibilidades para pasarlo bien y conocer el resultado de esa expansión y dominación colonial histórica que se desarrolló en el territorio de la Nueva España. Su riqueza cultural es incalculable, tanto por sus monumentos, como por su valor urbano y artístico.


Pirámide del Sol - Teotihuacan - México (Foto: Oficina de Turismo)
Todavía hoy, mucha gente cree que México pertenece al Sur o a Centro América. Cuando afirmo que forma la parte meridional de Norte América, me miran sorprendidos, sí, claro, los mexicanos también son norteamericanos. El área que comprende México, es de casi dos millones de kilómetros cuadrados (1.958.201). (O sea 759.529 square miles). En línea recta se puede recorrer una distancia de más de tres mil kilómetros, desde el extremo norte a la Baja California, hasta la desembocadura del río Suchiate, en el extremo sudeste. Es la quinta nación más grande del continente americano y la octava más grande del mundo. Su mayor anchura mide 2.070 kilómetros desde Tijuana a Matamoros y su mayor estrechez se encuentra en el Istmo de Tehuantepec, que tiene solamente 215 kilómetros. La pequeña República de Guatemala, cabría más de 17 veces en México. Como curiosidad, pensemos que Colombia y Venezuela unidas, completarían la extensión de México. Durante tres siglos a México, se la llamó colonia española (1521-1821). Un territorio nada más y nada menos que de casi dos millones de kilómetros cuadrados. A los europeos, nos cuesta hacernos la idea de tanto espacio.

Figura del Museo de Tlatilco (México)
La palabra México, es Mexitli, nombre de uno de los sacerdotes aztecas que fundaron la ciudad hacia 1325. El afijo co denota lugar o poblado que equivale a Ciudad de Mexitli. Situado México en el hemisferio Norte, entre los paralelos 14º 28´y 32ª 43` 30", la cruza por el centro, el Trópico de Cáncer. La mitad es zona tórrida y la otra mitad templada. Su forma es como un polígono cóncavo muy irregular, yo lo definiría como un cuerno de la abundancia de donde salen ríos, montañas, volcanes, mesetas, llanuras y gente maravillosa.  Su situación es privilegiada entre el Centro y el Sur. Bañada por el Pacífico, el Golfo de México y el Mar de las Antillas, estos dos últimos no dejan de ser el Océano Atlántico.


Tehouantepec - Trajes típicos- Oaxaca (Foto: Oficina de Turismo)
Vecinos de México son los Estados Unidos, Guatemala y Belice. Actualmente cuenta con 140 puertos. Su población supera ya los 100 millones de personas. Existe una gran diversidad de lenguas que para nada entorpecen el español hablado en todo el país. En México se hablan más de 54 lenguas diferentes nativas, como el Náhuatl, Maya, Zapoteca, Mixteca y muchas más. La mayor parte de los mexicanos son mestizos. Existen unos cincuenta habitantes por kilómetro cuadrado y el incremento de natalidad es de casi un dos por ciento. México es un país joven, el país del futuro, ya que un 38, 3 por ciento tiene menos de quince años.
 México es un país joven
Cuando le dije a esta familia española interesada por México, que la ciudad de México, lo que se llama DF, Distrito Federal, cuenta hoy con más treinta millones de habitantes, se quedaron mirándome fijamente, sorprendidos. Por ejemplo, la ciudad de Guadalajara, mexicana, casi triplica a la ciudad de Madrid en habitantes. Otras ciudades grandes de México son: Monterrey y Puebla. Su clima es muy variado, a mi me encantó Cuernavaca, ciudad a la que llaman "La ciudad de la eterna primavera", también Morelia, Oaxaca, tienen un clima muy agradable.
Uruapan - Michoacán
Junio y Septiembre, son meses de lluvias. México disfruta de un clima privilegiado durante todo el año, por ello la afluencia turística sigue creciendo. Cuando yo vivía en California, hace unos años, México era el octavo lugar del mundo en renta per cápita. Su moneda es el Peso Mexicano. Su religión se calcula que, a pesar de la libertad religiosa,  el 89,7 de la población, es católica.
 Bandera de México
Para el mexicano el símbolo de patria, es como un emblema. Su bandera es tricolor. Los tres colores significan: el verde, la independencia; el blanco, la pureza de la religión católica y el rojo, la unión  de los mexicanos y los españoles. Su escudo es "un águila parada sobre un nopal que nace de una peña en medio de una laguna, aprisionando con su garra derecha, la serpiente, en actitud de despedazarla con el pico. Por la parte inferior orlan el blasón, dos ramas cruzadas y enlazadas, una de laurel y otra de encina."
Escudo de México
En el lugar donde llegaron los aztecas, 1325, allí se edificó la ciudad de Tenochtitlán. Como España, México fue invadida por varias culturas y sus primeros pobladores, tal vez fueron chinos. La antropología comparada, así lo confirma. Llegaron pueblos, por la Baja California y así se fueron internando por el resto del país. Los asiáticos y los polinesios dieron, tal vez, origen a los primeros pobladores llamados otomíes, olmecas, mayas, zapotecas, tarascos, nahuas y las diversas tribus de toltecas, zapotecas, etc., de este hermoso país. Hoy podemos contemplar sus monumentos arqueológicos, tanto en el centro como en el sudeste y en la península de Yucatán. Esos monumentos los dejaron los mayas, los nahuas y los zapotecas. Son habitaciones, templos y fortificaciones, pirámides y montículos bellísimos, esculturas , cerámicas, sepulcros, grutas jeroglíficos...  
 

 Cúpula de la Capilla del  Rosario en Oaxaca
A veces, los templos están encima de las pirámides donde se iniciaban las construcciones de cámaras subterráneas que servían de tumbas.  También se encuentran glifos y numerales, que demuestran el conocimiento de la escritura y el calendario, como el azteca, maya, etc..
¿Qué podemos pensar del pueblo maya ante las ruinas de la Plaza de las mil columnas en Chichén-Itzá o ante las filigranas arquitectónicas de las paredes en el Palacio de Mitla en Oaxaca, o las tumbas de Monte Albán o ante la belleza de Thintzuntzan del pueblo purépecha?


Indígena Purépecha celebrando el Dia de Muertos - Michoacán 

Sí, hay que visitar estos lugares, para tener un conocimiento de México, para sentir su historia a través de sus gentes. Una población con desigualdades notorias, ya que existen el grupo blanco, compuesto por europeos y sus descendientes, el grupo indígena y el grupo mestizo. También podemos encontrar el grupo de negros, mulatos y zambos y el grupo de chinos, japoneses, sirios, libaneses, turcos, judíos. Pero México no es un pueblo que mantenga el odio de las razas, no se da en México la xenofobia, al menos en lo que yo he observado. Podemos ver, por poner un ejemplo, en cualquier oficina, trabajando en armonía a un blanco, ya sea criollo o europeo con un mestizo, en cuanto a los indígenas viven en trato amable con el resto de la población. Todos tienen los mismos derechos. No llegará al millón de indígenas en México, que viven aislados en pueblos de montaña o poblados alejados, pero aún éstos tienen ya comunicación apacible con la sociedad y especialmente con los turistas que cada día se acercan más a ellos.

Festival de Música indígena

En uno de los Tianguis Turísticos de México, al que asistí en Acapulco, la que entonces era Secretaria de Turismo de México, dijo que sólo Acapulco recibía a más de 24 millones de turistas. México tuvo un gran crecimiento porcentual que era el doble de la tasa de crecimiento internacional. Hoy ha cambiado, los narcos han entorpecido mucho la llegada de turistas a estos lugares. Esperemos que cambie ya que el turismo era una de las industrias con más rápido crecimiento de entre todas las del país.

Joven bordando

 Adornos en el pelo - Morelia - Michoacán
¿Por qué la gente quiere viajar a México? Porque México es sin duda un país en expansión. El paisaje, el clima, las costumbres, las fiestas, sus gentes, el peso mexicano, todo ello en conjunto, ejercen un mercado muy atractivo. México es  un país de coloridos positivos. La hospitalidad, la música, las artesanías, el buen servicio hotelero que ofrecen, la gastronomía, todo ello colabora para que sea un aliciente a la hora de buscar lugares que visitar. Sí, México es un capricho muy atractivo para la gente de España, un lugar de encuentros, un espacio-paraíso para el descanso. Tiene infinidad de variantes que lo convierten, a mi modo de ver, como el país del futuro, no sólo para visitar, también para vivir y prosperar.


                                                                                                        Artesanías - Michoacán

domingo, diciembre 9

¿CÓMO SE CELEBRA LA NAVIDAD EN OAXACA?




Texto: Julie Sopetrán

Fotos: Mary Andrade

VILLANCICO EN OAXACA
En nueve casas me paro
y se enciende el farolillo
porque voy de trago en trago.
Con chocolate y buñuelos
hoy he roto una piñata,
de su corazón de plata
he sacado caramelos.
Es el dulce de los cielos
para mi camino ingrato
que en nueve casas me paro
y así voy de trago en trago.
Frutas, dulces a raudales
y pastorcillos de a pié,
me encuentro con San José
que está en los nueve portales.
Oigo cantos celestiales
los que me animan el paso
porque en los nueve me paro
y me tomo uno o dos tragos.
¡Ay! se iluminan mis ojos
el buey, la mula, el cordero;
y al Niño que yo más quiero
le llevo risas y antojos
que esta noche no hay cerrojos
Por las nueve calles vago
y en todas, encuentro un trago.
Se celebran las posadas
y en Trinidad de las Huertas,
Juan Manuel abre las puertas
para todas las miradas,
años y horas trabajadas
yo que voy de trago en trago
aquí es donde más me paro.
Pastorcillos, labradores,
figuras junto al pesebre,
¡dejadme que lo celebre!
que aquí nacen mis amores:
un jardín lleno de flores
y en el zócalo me paro,
se encienden los farolillos
y así voy... de trago en trago.
©Julie Sopetrán


Cantando villancicos, vayamos en automóvil a Oaxaca, desde la ciudad de México, celebremos allí la Navidad. Por el camino nos vamos a encontrar las famosas casetas de tráfico que tendremos que ir pagando y gastaremos un total de unos cuatrocientos pesos en todo el recorrido. Saliendo de la ciudad de México hacia Oaxaca, seguiremos la Calzada Zaragoza que va a San Martín Texmelucam, para lueguito, desviarnos a la hermosísima ciudad de Puebla. Desde allí tomaremos dirección a Acatzingo y Cuacnopalan y luego seguiremos rumbo a Tehuacán para desviarnos nuevamente hacia San José Mihatlán y de ahí, pasando por Nochixtlán, llegaremos a Santiago Etla, una ciudad que tiene unos siete mil habitantes y es un lugar donde abundan los frijoles, para finalmente, disfrutar de la bella ciudad de Oaxaca.


Todo el mes de Diciembre es fiesta en Oaxaca. Sólo tenemos que saber disfrutar de sus celebraciones. Dar un paseo por la ciudad, es ya sentir el regocijo de la Navidad en las calles, en cada puesto ambulante, en cada rincón. Globos, comida, algarabía, niños, adolescentes, ancianos, adornos de todos los colores dan vida al ambiente y todo es necesario para celebrar el día. Por ejemplo, el día ocho, su Virgen de Juquila y el día doce, la gran fiesta a la Virgen de Guadalupe y, el día dieciocho, la patrona de Oaxaca, la Virgen de la Soledad. Más tarde sigue el Festival de la Noche de Rábanos, día veintitrés y, sin dejar espacio, seguirán las Calendas y luego, luego, las Posadas, dando así paso a la Navidad. Nadie, que viva en las Siete Regiones de Oaxaca, dejará de celebrar este mágico mes de Diciembre, el más completo en fiestas que uno se pueda imaginar por sus hermosísimas celebraciones.
Creo que ya en Magias de México, hablé de la gran fiesta de la Guelaguetza, ver artículo en:
http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2011/05/la-fiesta-de-la-guelaguetza.html
Es la fiesta más importante que celebra Oaxaca en el mes de Julio. Pero Navidad, no se queda atrás, porque la suma de todas las danzas, de todas las comidas, de todos los festejos, podemos disfrutarlo en Diciembre.

Oaxaca es una ciudad muy agradable para pasear, su clima oscila entre los dieciocho a los veinticuatro grados. Su altura es de unos mil quinientos metros sobre el nivel del mar. Es una ciudad que cuenta con unos trescientos mil habitantes. Sus artesanías son únicas en el mundo, brillan con gran esplendor y colorido en sus calles y mercados. Es una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, tanto su Centro Histórico como las famosas ruinas de Monte Albán. En sus calles, en sus plazas, podemos encontrar una banda de música o un grupo de nativos danzando. En Oaxaca, se trabaja mucho el papel maché con el que se hacen figuras, objetos de tamaño natural, decoraciones artísticas, es una técnica de artesanía muy ancestral, se usa una pasta de papel, un papel como machacado, molido. Hacen nacimientos, pastores, motivos tradicionales navideños, San José, La Virgen... excepto al Niño que se colocará el mismo día veinticuatro a la medianoche...

Pero, qué es una Calenda? "Es una cuenta sistematizada del transcurso del tiempo, utilizado para la organización cronológica de las actividades humanas. Las "calendas" eran los primeros días de cada mes. De ahí "el calendario" era pues, el registro de las calendas para un año". En Oaxaca, la Calenda empieza el día seis de Diciembre, hasta el dieciséis, que es cuando dan comienzo las Posadas. El dieciocho es la fiesta de Mamá Chole, como la llaman cariñosamente los indígenas a la Virgen de la Soledad. Estos indígenas se dejan guiar por el lucero del alba que se divisa en las distintas regiones y empieza el peregrinaje hacia la capital de Oaxaca para así honrar a su Virgen o Vírgenes. Caminan desde la Sierra, la Costa, el Valle, la Mixteca, las Cañadas, el Istmo, el Alto Papaloapan... Desde todos los lugares emprenden el camino para llevar sus ofrendas hasta el Cerro Fortín que es donde se encuentra Mamá Chole.

Lo admirable es seguir sus pasos guiados por la fe, la devoción, sus expresiones en forma de oración y danzas, música, algarabía a lo que se suma el juego pirotécnico, las ofrendas que cargan en sus cabezas, los frutos de la tierra y sobre todo, las flores. Las mujeres cargan sus canastas y bailan con ellas al compás de las innumerables bandas de música. Los niños imitan a los mayores y danzan mostrando el colorido de sus trajes típicos, los carros alegóricos, las misas solemnes, las mañanitas, los cohetes, los monos, los muñecos, los gigantes y cabezudos, las promesas que se cumplen a raja tabla, las madrinas de las Calendas que agasajan con pan y chocolate a los visitantes, las procesiones de la Virgen que duran hasta el amanecer... Lo más hermoso son las danzas indígenas, la famosa "Danza de la Pluma", de origen azteco-zapoteco, que es la última danza de la Guelaguetza y tal vez, la más importante. En esta danza se representa la búsqueda de ocho planetas, sus movimientos alrededor del sol desde los tiempos prehispánicos.


Estamos ya a veintitrés de diciembre y llega otro acontecimiento en Oaxaca,  los hortelanos y los floricultores preparan su creación artesanal, su competición de hortalizas, pero la exhibición está hecha con un tubérculo muy famoso: el rábano. Con sus formas amorfas y deformes, se crean maravillas. El totomoxtle, que es la hoja del maíz, y la flor inmortal que es la siempreviva. Esta exhibición dura sólo unas horas, pero a ella acude la ciudad en pleno. Allí en el zócalo, todo es curiosidad y admiración ante las obras de arte exhibidas. Fueron los frailes dominicos los que tuvieron que ver con esta auténtica verbena artesanal. Era una competencia navideña de verduras y pescados que se vendían en la Plaza de Armas, los hortelanos de Trinidad de las Huertas, llevaban sus verduras, mientras allí se vendían también los pescados secos y salados para las vigilias y arreglos del menú navideño. Para vender más, los hortelanos empezaron a crear figuras con los rábanos, adornándolos con hojitas de coliflor y flores de cebollas tiernas, todo lo presentaban de una manera muy artística para vender más. Igualmente lo hicieron así los floricultores especialmente con la flor siempreviva.

Esto sirvió de idea para que las amas de casa buscaran estas verduras artísticas para adornar las mesas de Navidad. También inspiró a los políticos para organizar exposiciones en las que participaran los horticultores. Y así empezó la fiesta, la creatividad de los rábanos para alegrar a los compradores. Esto se convirtió en concurso, en Plaza de Rábanos, en Noche de Rábanos, etc.. Los participantes se preparan hasta con tres meses de anticipación para ganar la competición. Hay rábanos de hasta tres kilos de peso y se experimenta con el color rojo oscuro y su corteza gruesa para crear auténticas obras de arte. Se siembra en Octubre y en este acontecimiento, participa el Presidente Municipal. Es todo un proceso  de crecimiento y elaboración experimental y para su poca duración, ya que el rábano, cuando se le hinca el cuchillo, dura de tres a cuatro días, no más, y el recuerdo de su belleza sólo ha de quedar en la foto.



Los artesanos realizan con el rábano, nacimientos, motivos navideños, dioses, lugares emblemáticos y todo aquello relacionado con la vida y las creencias mexicanas. Después de disfrutar con la exhibición  de rábanos, las hojas de maíz y las flores, llegan las Posadas. Nueve días antes de Navidad, el nueve representa los nueve meses de embarazo de la Virgen María, entre otros símbolos. Cada hogar es un lugar de Posada, donde se canta, se reza, se come, y la fiesta no cesa. No dejes de leer:
http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2011_12_01_archive.html



Los asistentes, llevan una vela encendida, farol, estrella iluminada, cantan, piden posada, es un diálogo cantado entre la persona que llega y quien la recibe. No falta el chocolate y los buñuelos entre otros aguinaldos, los villancicos y las piñatas; también abundan las frutas y los dulces y la gran variedad de la gastronomía mexicana que en este lugar es riquísima en sabores y delicadezas. Recordemos brevemente el quesillo con sus hilos y quesadillas. Las tlayudas o grandes tortillas, los molotes y las memelitas, el tejate que es agua con harina, pero tan bien preparada que no lo notas porque es una bebida muy nutritiva. Los guajolotes. Los buñuelos, las frutas en conserva... Sin dejar de lado el mezcal, el atole, el chocolate.



Quiero agradecer a la fotógrafo Mary Andrade, este lujo de fotos que ella hizo en Oaxaca en estas fiestas, y que hoy me permite utilizar en este artículo. Os recomiendo sus libros y su página web.
http://www.dayofthedead.com/ Gracias a los viajes que con ella hice, conozco hoy un poco o un mucho, México.


Y quiero terminar como empecé, con un pequeño poema dedicado a uno de estos motivos de la fiesta navideña en Oaxaca. Un poema, un ovillejo que me inspiró el rábano.


EL RÁBANO

¿Qué es lo que ayuda a crecer?
Hacer.
¿Y qué tienes en la mano?
Un rábano.
¿Qué más puede interesarte?
El Arte.
No puedes equivocarte
agricultor resabido.
Díme: ¿cómo has aprendido
hacer del rábano un Arte?

©Julie Sopetrán


 Recomiendo estos siete libros dedicados a México y sus tradiciones, tanto de Día de Muertos, como de Navidad, todos ellos están escritos por Mary Andrade y se pueden conseguir a través de su página web o de su correo electrónico.



jueves, octubre 25

CUANDO LOS MUERTOS VUELVEN





Texto: Julie Sopetrán

Fotos: Mary Andrade


Cuando no existía la muerte, existían los dioses. Y después, mucho después, los cuatro puntos cardinales inspiraron al hombre la mesa para crear y recrear el altar de muertos. Las cuatro jícaras se llenan de comida, el fogón se enciende, y en muchos pueblos de México, la cruz, está presente también en las ofrendas.  El veintitrés, el trece, el uno, el nueve, el siete, el noventa y uno, son números simbólicos en muchos altares. Las veintitrés jícaras con alimentos sólidos, trece para unos, nueve para otros, uno para la tierra...  Las trece tortillas en siete montones que suman noventa y una, son los días de la estación y de la cosecha, representan el alimento del ser humano. Todo en el altar tiene su por qué, su historia ancestral, su significado prehispánico, su geometría y su aritmética.

El propósito de los altares, en las casas, en las calles, en los hoteles, en los cementerios, es el de rendir culto a los muertos, es un rito que se ha heredado desde tiempos ancestrales y con ese respeto se obsequia a los espíritus de los que se fueron, atraer su presencia, invitarles a comer, convivir unos días con ellos, ese es el propósito. Y los muertos vienen, regresan a los recuerdos, hacen fiesta con los vivos. La visita es muy breve, serán sólo dos, tres, cuatro días de festín y de las celebraciones más variadas.  Los cuatro elementos han de estar vivos para recibir a los visitantes.

De esta forma podrán disfrutar con los familiares que dejaron en tierra. El fuego: hay que encender las velas, una por cada alma que se fue y que se recuerda, otra por el alma olvidada. El viento: que está representado en el papel que se mueve en el adorno, el papel picado representando en los recortes las calaveras, el humor, la gracia, la inspiración, el arte que siempre es movimiento. La tierra: florece en cada altar, es un festín de frutos y de vida, que sirven en esta fiesta para alimentar a muertos y a vivos. El agua: que no falte el agua que dé la bienvenida al alma, clara, fresca, sonriente en la jarra para saciar la sed. Y tampoco ha de faltar la sal, que purifique el ambiente y el petate, al lado del altar para que las almas descansen.

Para que los muertos vuelvan, en México, se realizan una serie de ritos o rituales, preparativos que ya comienzan  a últimos de Julio. Es entonces cuando los labriegos, siembran el cempasúchil que es la flor de muerto. Sus pétalos servirán para indicar el camino a los que regresan del otro lado a visitar a sus familias.  Estos pétalos dorados, sirven para que los muertos no se despisten o se pierdan. Así vemos que en los patios de muchas casas, hay caminitos de pétalos de cempasúchil que llevan a la entrada de las casas. Pero estas flores también sirven para dar buen olor a la casa, así cuando el alma tenga que irse se llevará la alegría y el olor, el sabor y la esencia de sus familiares que lo han atendido.

La familia prepara, en primer lugar, la fotografía del muertito, existe la creencia de que esto sirve para obtener la salida del alma del purgatorio, suponiendo que allí se encontrara. Todo aquello que le gustaba al muerto es necesario que esté presente. Y lo hacen con gran solemnidad y respeto, tratando la preparación con gran esmero, entusiasmo, dedicación, como si los muertos estuvieran vivos y realmente volvieran a visitarnos.

Las mujeres van con sus tenates o canastas a los mercados, para comprar todo lo necesario para preparar las comidas: tomate, especies, chiles, frutas, adornos y vestidos... La comida preparada será ofrecida a los muertos que vuelven, pero luego, esta ofrenda será consumida por familiares y vecinos, pan, tamales, chocolates y las grandes variedades de dulces, antiguamente estos dulces se preparaban en la casa con mucho amor, recordando a los difuntos, pero ahora se compran en los mercados... Y no ha de faltar el copal o incienso para perfumar el altar donde habitarán los difuntos esos días, el humo limpiará el lugar de malos espíritus y así el alma podrá entrar a su casa placenteramente y sin peligro. Tampoco han de faltar las velas o cirios de cera de miel de abeja o de parafina, para dar luz al visitante, sobre todo que sean morados o lleven un adorno de este color, que significa el color del duelo. También el agua, porque nuestros seres queridos llegan muertos de sed de un camino tan largo.

Tampoco ha de faltar el aguamanil, jabón y toalla, se coloca en un lado del altar, en cada casa, por si el alma visitante necesita lavarse las manos después de tan largo viaje. Las calaveritas están siempre presentes, de azúcar, artesanas, es el culto al cráneo, allí donde se escondía la inteligencia del individuo, allí donde estaban los poderes ocultos, la magia, el pensamiento del ser desaparecido. Es un culto prehispánico. En algunos lugares hacen una cruz de ceniza, para que cuando llegue el alma a la casa pueda liberarse de sus culpas pendientes.  Cada lugar es diferente pero en general el significado es el mismo. En Morelos los cuatro cirios en cruz, son los cuatro puntos cardinales, para que el alma se pueda orientar y así llegar a la casa donde vivió. Los mayas lo pensaron mejor y para que no tuvieran que caminar tanto las almas, enterraban a sus familiares en el área de su propio hogar, así honraban su recuerdo constantemente. Y en todas estas celebraciones participan los niños.


Todo esto sería impensable realizarlo en España, donde vamos al cementerio a dejar nuestras flores, de visita, si puede ser rápida mejor. Y es que nadie nos ha enseñado que la muerte no es tan tétrica, ni tan oscura, ni tan miedosa. Sí, claro que sí, nos da miedo mirar de frente a la Pelona. Recibirla en casa unos días y tratarla a cuerpo de reina, en forma familiar, con normalidad. El que se fue  vuelve a estar unos días con nosotros, eso sería impensable. O tal vez sí, tal vez también a finales de Octubre y primeros de Noviembre vivimos todo esto íntimamente, al desnudo, en el abrumador silencio que motiva el recuerdo de nuestros seres más queridos, que se fueron y, lo que nos pasa, es que no sabemos expresarlo, compartirlo, porque no nos lo han enseñado desde niños.


Lo que me llama la atención de estos altares de muertos en México, es el colorido de las frutas: manzanas, naranjas, plátanos, cañas de azúcar, piñas, uvas, guayabas, papayas, siempre se distingue lo que más le gustaba al muerto. El color y el olor de las frutas es ya una esencia para aspirar misterios. Tampoco falta el pan de muertos con sus innumerables formas y diferencias de calidad, el pan pequeño que representa a los niños y el grande a los mayores. Cada familia encarga su pan en las panaderías y se les pone el nombre del difunto para ofrecerlo en diferentes formas o también imágenes...


También la música y la danza son importantes en esta ofrenda de Día y Noche de Muertos. En San Luis de Potosí, en Xantolo, las danzas de los viejitos o Los Coles, bailan para enseñar a los más pequeños. Las máscaras que exhiben, las hacen ellos mismos, danzan en forma circular representando a la tierra y van formando ese círculo que se abre y se cierra, nacimiento y muerte, dando culto a los vivos y a los muertos.  Son realmente espectaculares las danzas de las ofrendas. Bailan en las casas y en los cementerios.



La comunidad tének, tiene la costumbre de visitar las casas, y llevar un obsequio al visitante, luego la familia le obsequia con comida y mientras tanto, los danzantes exhiben su danza; en sus pasos, la tierra tiembla, su energía es un acto de acción de gracias, ofrecen la danza al muerto, la familia les invita a comer y la danza en círculo se va haciendo más bella a cada instante y, así pueden estar una, dos horas en cada casa que visitan. La sonaja, el arpa, la guitarra, el violín, el huapanguero, el rabel y esos golpes de la emoción y el respeto son los que dan vida al instante. Aunque no importa la música y la danza que se interpreten, siempre que la intención sea agradar al muerto y a los allí presentes.


En algunos lugares no faltan los arcos de flores amarillas, puede ir dentro de un rectángulo hecho con varas. En la decoración se observa si la familia es humilde o si es más adinerada. Puede ser sólo de flor de cempasúchil o elaborada con variados frutos intercalados, también puede adornarse con canastillas de barro, fruta preparada al horno, pan en forma de muñecos pintados con colores brillantes y con figuras de animalitos.


En algunos lugares, el arco se mantiene todo el mes de Noviembre en pie. El Xantolo de la Huasteca, son varias ceremonias, la preparación de los tamales, la pintura de las casas, la elaboración de las flores de papel, los manteles bordados a punto de cruz con la imagen de la Virgen de Guadalupe... Y la danza y la música que no pueden faltar, porque a los muertitos de estos lugares les encanta escuchar y hasta bailar con los danzantes. Algunos danzantes se visten con las ropas que les gustaban a los difuntos que van a agasajar con sus ritmos. Y existe la creencia que entre los disfraces, bailan los mismísimos muertos.


¿Por qué le tenemos miedo a la muerte? Si aprendemos a vivir, sabremos morir. Hay muchas clases de muertes, y debiésemos entender este misterio que nos afecta a todos.  Los mayas decían: "Venimos al mundo para realizar el aprendizaje de la vida", no cabe duda que para los mayas, lo más importante era transformar los malos sentimientos, en bondad, en amor. Para ellos era necesario matar el mal, esa era la verdadera muerte, y así lo expresaban: "con la muerte, se mata a la muerte por toda una eternidad". Para terminar esta semblanza, les transcribo uno de mis poemas, inspirado en una de las fotos de la gran fotógrafo Mary Andrade, con la que he tenido el honor de compartir muchos de estos lugares que podemos admirar en las fotos, gracias a ella he conocido México, cuando hace ya varios años, me invitó a vivir el Día y la Noche de Muertos. El poema fue publicado en unos de sus muchos libros sobre este tema de la muerte, los interesados en más información pueden pasear por su magnífica página web:  http://www.dayofthedead.com/   Es para mí un honor contar con sus magníficas fotos hoy en este artículo, gesto que agradezco sinceramente a Mary.


LA BELLEZA QUE PASA Y REGRESA A MIXQUIC

La pequeña chinampa por el canal navega
-¡Abre la puerta madre! Para que se sorprenda
el alma vagabunda que viene a nuestra ofrenda
los espejos del agua le han dejado muy ciega
pero a tientas y sola a nuestra casa llega.
Prepara la comida. Que la muerte comprenda
que este afán de la vida lo ofrecemos en prenda
para entender más claro, lo que el misterio lega.
.- Sí, hija mía. Está abierta, muy limpia, nuestra casa.
Las luces, el incienso, los tamales, las sillas
y la cama bien hecha con flores que compramos...
La casita flotante es belleza que pasa
por el sin par camino de todas las orillas
en ella nos subimos y, luego... ¿Regresamos?

©Julie Sopetrán
Octubre 2000

http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2010/11/la-noche-de-muertos-en-tzurumutaro.html

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http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2010/11/los-caballos-enrosados.html

http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2010/11/en-el-lago-de-patzcuaro.html


CALAVERITA

LA MALQUERIDA   Si la llaman Malquerida es porque nadie la quiere; cuando te cite, no esperes que te robará la vida, hazte la muy di...