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domingo, octubre 19
sábado, septiembre 13
UN HOMENAJE
UN HOMENAJE
Un homenaje para mi, es un acto en el
que se enaltece a una persona. Es pues realmente un honor sentirme homenajeada.
Y más por personas que dedican tiempo, trabajo, arte a lo poco o mucho que yo
he hecho en la vida.
Quiero agradecer esa veneración, ese respeto
y honor hacia mi poesía y mi persona. No creo merecer tanto, pero sí he de
decir que me estimula y alegra, porque es un reconocimiento a lo que hice con
entusiasmo y amor: escribir. Y eso significa que de la lectura de mis libros
han surgido amigos entrañables, personas que aprecian mi entrega a la poesía.
Esas personas que eran desconocidas para mi, ahora son amigos entrañables que
me agasajan, que se inspiran en lo que he hecho, como Rocío Sánchez. ¿Y qué mejor premio que su
interés por mi trabajo, su arte y su amistad?
Para mí este homenaje es como una
ofrenda no de día de muertos, más bien de día y de noche de vivos. Vivos que me
honran con su dedicación, comprensión y amistad. Sí, este homenaje es como una
serenata de amor que desde el balcón de la distancia que nos separa, escucho y
aprecio su concesión y su belleza. Desde hace años, amo México, gracias a los
dueños del periódico de California: La
Oferta Review, Mary Andrade y Frankling, que un día me lo
presentaron desde la Oficina de Turismo de México en Michoacán. Y gracias a ellos, hoy, puedo decir que me siento muy mexicana.
Y si alguien ha apreciado mi poesía, en
mi trabajo literario, está también México. Han sido Estela Codero, "Estelita", Gabriel y, ahora su
amiga en común, la gran artista Rocío Sánchez, que se ha interesado e inspirado en mi libro LAS CUATRO
ESTACIONES, para crear y recrear su arte desde Guanajuato. Estelita a su paso por Sopetrán, es la que comenzó esta aventura de publicaciones, surgió con la profesora,escritora y editora, Elena Ortiz Muñiz, con esos libros publicados de La niña que fui y Chavelita. Pero mucho antes que
Estela y Rocío, ya estaban Juan Bosco, Silvia Huanosto, Gabriel Medrano, Raúl
González, Laura Solís y José Mendoza. Paty y su esposo el poeta Rubén Ahumada,
Adelfina y su esposo Servando Chávez, y años después, Carla Reyes, con la que publiqué las calaveritas
literarias en Salto al Reverso... Y tanta gente querida que no terminaría de hacer
una lista de nombres que son vivencias, trabajos, recuerdos inolvidables de mi México lindo… Y
ahora desde estas letras yo también quiero dar las gracias a todos. Quiero
homenajear una a una a cada persona y a tantas extraordinarias vivencias que me
han ayudado, inspirado, y he conocido allí en México.
Pero como sería interminable el recuento la lista de agradecimientos. Me centro en lo que mis amigos dicen de este libro que se estrena ya, este mes, escojo algún párrafo de lo que ellos expresan en las introducciones y los prólogos.
El profesor, Gabriel Medrano dice:
…"Además de lo ya aludido, el libro lleva implícito otros aspectos que no están materialmente manifiestos, las más de cuatrocientos páginas que conforman el texto bien se pueden traducir en largos viajes que Julie ha emprendido donde ha compartido sus vivencias con otros escritores, poetas, profesores y amigos; en horas y horas de escritura y sus posteriores correcciones; en lecturas e indagaciones que Julie Sopetrán realizó durante mucho tiempo, no sólo el año donde cada día escribió un poema que conforman las cuatro estaciones de este sugestivo libro; en constantes discusiones y análisis de la información; en días enteros dedicados al trabajo de escritorio para convertirlo en un excelente libro."
El profesor Raúl González añade sobre este libro:
"Las Cuatro Estaciones de Julie Sopetrán no
se leen, se viven. En ellas palpita el amor y la pasión de un cuerpo amado que,
palabra a palabra, revive, vibra y se eriza como si fuese la primera vez.
Y así, pasan ante nuestros ojos las cuatro
estaciones con todo y sus infinitas posibilidades, se viven en la oscuridad, al
cobijo de la luna, bajo el reflejo de la luz de una vela ¿qué más da? No hay
una hora ni un momento determinado para dar rienda suelta a la pasión y vivir
con el corazón desbocado y el alma a flor de piel.
Solo de esta forma, a besos, a impulsos, a
través de las caricias que desnudan un cuerpo y las miradas que erizan la piel
es posible que el poeta pueda entregarse a esa amante insaciable, dulce y
amarga a la vez que es la poesía.
Solo alguien con la sensibilidad de Julie logra dejar vulnerable a lo más profundo de la expresión y doblegarla a través de susurros hasta hacerla gritar de emoción. Sí, así es el erotismo de las plumas sensibles, las que se han rendido ante el peso de la expresión para resurgir de entre las cenizas con las lenguas de fuego de la hoguera lamiendo palmo a palmo el alma y el corazón."
Y la profesora Elena Ortiz Muñiz, también expone entre otras muchas cosas interesantes:
La palabra, el verso, el ritmo, la rima;
la sensibilidad, la experiencia, el oficio; la disposición para vivir, para
amar, para ahondar en el misterio de la creación poética… Son los recursos que
Julie Sopetrán emplea para escribir los poemas del libro. Como lo señalé al principio,
se dice fácil; pero sólo así ha podido alcanzar el objetivo implícito que traza
en la dedicatoria: “Porque el poeta / siempre está en deuda con su Musa”; sin
duda que en LAS CUATRO ESTACIONES Julie salda esa deuda, con sinceridad y
compromiso."
Carla Reyes de Salto al Reverso, también
me prometió unas palabras. Así como Estelita. Sé que las están terminando de escribir...
Y no puedo dejar a un lado a Laura y José
de Editorial Jitanjáfora, Morelia, Michoacán, ellos se hacen cargo de publicar
este libro, el tercero de mi Poesía Reunida. Su trabajo merece mi eterno
homenaje. Amigo lector, no dejes de visitar su editorial, libros cuidados,
elaborados con esmero. Extraordinaria colección de prestigio y profesionalidad.
Se pueden encargar los libros en:
EDITORIAL JITANJÁFORA
redutac@gmail.com
Muchas gracias a todos.
miércoles, abril 16
SONETO AL AMOR
Soneto al amor
Si pudiera quitarte las espinas
con mis manos humanas y terrenas;
si pudiera mi fe sobre las hienas
plantar montes de jaras y de encinas
Buscaría en el mar o entre las minas
donde el oro florece sin cadenas;
y podría robar las cosas buenas
que a través de la luz se hacen divinas.
¡Con qué manos pondría en tu cabeza
mi saliva dulce un viejo ungüento
que aliviara el dolor de tu desgarro!
No sé si es tuya o mía la tristeza
pero el dolor que sientes yo lo siento
como siente la tierra el sol y el barro.
©Julie Sopetrán
Hace ya varios años que escribí este soneto en otra
Semana Santa. Lo comparto hoy con ese recuerdo
de mi estancia en América.
viernes, marzo 14
ECLIPSE
Danzan los cuerpos celestes
se interponen, desconectan,
entorpecen lo que ostentan
y pronostican las pestes.
Es mejor que no conectes
con sus interposiciones,
que no hay buenas relaciones:
la luna, el sol y la tierra
discuten temas de guerra
y no tenemos opciones.
©Julie Sopetrán
viernes, noviembre 1
CALAVERITA
LA MALQUERIDA
Si la llaman Malquerida
es porque nadie la quiere;
cuando te cite, no esperes
que te robará la vida,
hazte la muy distraída
y si te llama al pasar
sorda te debes quedar,
que si la atiendes, entonces
sin saber cómo ni dónde
te llevará hasta su altar.
©Julie Sopetrán
viernes, octubre 25
RECITAL DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO
PESCADOR MARIPOSA
Abiertas sus alas van
en forma de mariposa;
en el movimiento posa
la emoción de Michoacán.
A Janitzio subirán
los peregrinos más fuertes
que en el esfuerzo se invierte
afán y serenidad.
El Lago respira paz,
porque celebra la muerte.
Julie Sopetrán
Fotografía Mary Andrade
Jardín de Cirios y Ofrendas I
Editorial Salto al Reverso (México)
martes, diciembre 5
EN CUALQUIER PARTE
Envuelto en sarapes rojos
Debajo de la tierra. En la milpa
El maíz suda sangre
Y me duele, me duele la
tierra
Los girasoles lloran por
Emilio Zapata
Por el Maestro rural Otilio
Montaño
Lloran por los caídos, por
los que se quieren levantar
Y no pueden.
Lloran
Por los que no saben por qué
murieron, sin más.
Pero lo hicieron con honor,
con rabia, con hambre
Buscando la justicia
Los girasoles lloran y ríen
Su sonrisa es dorada por los
que renacen
Por los transfigurados
Por los que fecundan la
tierra en cualquier parte
No sólo hablo de México
La tierra es de todos y
todos somos de la tierra
Milpas de luchadores
Es la sonrisa dulce de lo
que no ha sucedido en vano
Fertilizante humano
Sacrificio y entrega de los
aconteceres
Por lo ideal sagrado
Son las patrias que no dejan de llorar
Yucatán,
Altamira, Monte Albán
Los Mayas, los Iberos
Y tantos y tantas razas
Pero sólo el Amor es
revolucionario
Los girasoles danzan
Es el movimiento de la
historia en proceso
El cambio, las revueltas,
los intereses creados
Los ciclos y las transformaciones
Son los levantamientos, la
agitación, el desacuerdo, el caos
El vaivén, el resurgir de un
pasado glorioso
Es Meso América, los abuelos, las ganas de vivir mejor
Y siempre la danza de los
girasoles dando la espalda
Al tiempo no vivido
Otilio Montaño, redactando aquel manifiesto de 1910 (Plan de Ayala)
Y ahí está envuelto en un
sarape rojo
Abonando la tierra de México
Y de cualquier parte, que
podría ser otro nombre
otra fecha en mi tierra
O en la tuya
Quién sabe cuántos más
Girasoles danzan
Abren su ventana a la
luz. Todo es el misterio de la historia
Luz circular para los
hambrientos
Y así, ayer, como hoy
Es la Alegoría de Chapingo
entre el maíz que llora a la vez que sonríe
Flor de luz aunque no veas
los pétalos
Es la revolución, ayer como
hoy, los cuerpos enterrados
El estiércol alquímico que
pisan los políticos cuando juegan al golf
Sangre que es oro. Oro que
es luz.
La luz que es semilla sin fin.
Semilla que germina porque
la sangre, como el Amor
Es revolucionario
Y es hoy igual que ayer
En la milpa
Arropados de flores y de tierra
En cualquier parte.
©Julie Sopetrán
domingo, octubre 29
LA DOÑA Y EL CLIMA (Calaverita)
Foto: Mary Andrade
Muchos aviones vuelan
por encima de mi casa,
y van dejando una estela
como un pañuelo de gasa...
La Muerte que es muy coqueta
se fue a estrenar esta moda,
y se acercó a los fluidos
para sentirse la Doña
Pues lo que sea que dejen
en el aire, es peligroso,
que al rato el cristal del coche
está sucio y pegajoso.
A la Doña no le importa
que se la peguen los huesos,
se ajusta la estela blanca
y despegan luego, luego...
Dicen que es condensación
de turbinas y motores,
aviones supersónicos
que nos tiran sus vapores.
Colaboran al proceso
de nuestro calentamiento,
y no hay nadie que les diga
que nos molesta su aliento.
A Doña Huesos le gusta
manipular el ambiente,
pa llevarse al Panteón
a puñaditos de gente...
Si los chinos siembran nubes
y otros no sé lo que siembran,
¿Y por qué no había gases
en tiempo de las abuelas?
El efecto invernadero
los aviones a chorro,
óxidos de azufre agreden
los perfiles de mi gorro.
La Huesos se carcajea
pues todo es un artificio,
si dejas de respirar
ella cumplirá su oficio.
Y yo me quedo pensando
en estas cosas del clima,
del cielo, de los humanos
y hasta de la gota fría...
Nada entiendo y es la Doña
la que pulsa el temporal,
que un día llueve y al otro
donde llovió, ya no estás.
©Julie Sopetrán
jueves, octubre 12
TRES SONETOS A LA VIRGEN DEL PILAR DE ZARAGOZA
1
Yo supe de aquel día cuando dejé mi casa
y surqué por el aire y el agua mi camino;
España quedó lejos, lo nuevo era destino
aprendí a ver las cosas como el ave que pasa.
Supe del fuego patrio que allí lejos abrasa
y de la viña Madre bebí del mejor vino;
América fue el viento que descubrió mi sino
suerte, trabajo, lucha: la soledad me tasa.
Justiprecio del alma, saber que no te vendes
o identidad de siglos incorrupta y sublime,
sobre Pilar de mármol mi corazón se engarza.
Orgullosa suspiras por lo que ya comprendes
aquello que dejaste es lo que te redime
y así fui hija del mundo, proclamando mi raza.
2
Llevé por dondequiera lo mamado y querido
los besos de la abuela, los juegos de la infancia;
ese trabajo fuerte de entrega y de constancia
que transmite a la vida lo bueno presentido.
Me llevé aquellas risas de la rueda y el ruido
del agua en movimiento tirada en su prestancia
en rodetes de espuma, belleza o elegancia
de molienda de harina donde el sueño ha crecido.
Es la Madre ese río de grandeza y de gloria
nido, pilar y fuente de mi peregrinaje,
la luz sobre el rocío que me da una respuesta.
Los desiertos recrecen una gran desmemoria
el sentimiento puro se lo traga el paisaje
y el ser humano vaga sobre aquello que apuesta.
3
Yo me siento de todos los pueblos de habla hispana
de la raíz antigua donde nació el idioma;
nací para ser libre igual que la paloma
fui buscando en el viento la luz de la mañana.
Abro pares a pares y a solas mi ventana
el mundo desvanece en su pequeña loma;
trigo y cizaña crecen y existe un mismo aroma
en el lenguaje culto que a todos nos hermana.
Colón navegó mares y se creó lo nuestro
o eso que no es de nadie y todos afirmamos:
la Hispanidad, lo mutuo, el plural sentimiento.
Han pasado los siglos y el Amor es ancestro
o algo que no se entiende porque NO nos amamos
cuando mueran las guerras: será el entendimiento.
©Julie Sopetrán
26-9-1999
12-11-2023
miércoles, octubre 11
UN LIBRO PARA DÍA DE MUERTOS EN MÉXICO
Portada de Senderos de Vida y Recuerdos - Día de Muertos en México de Mary J. Andrade
https://www.amazon.com/Senderos-vida-recuerdos-Muertos-Spanish/dp/B0CJM6PXTX
Un nuevo libro para Día de muertos, el que acaba de publicar Mary J. Andrade en la Editorial Salto al Reverso. Un libro que quiero recomendar su lectura desde estas páginas de mi blog. Al hojearlo ya te darás cuenta, amigo lector, que tienes en tus manos una colección de fotografías como nunca antes habrás visto de las tradiciones y celebraciones de Día de Muertos en México. Son fotografías vividas palmo a palmo en los lugares exactos, variados, hermosos, que Mary J. Andrade ha realizado con su cámara. Pero además, ella se ha documentado ha investigado la tradición muy bien resumida y explicada en estas páginas.
Gracias a esta gran periodista y fotógrafo, que es Mary J. Andrade, yo conozco México, gracias a ella he escrito varios libros de poesía relacionados con la muerte, con las costumbres de estos festejos mexicanos que tienen lugar estos días de Octubre-Noviembre.
Al tener esta publicación entre mis manos, su autora me ha inspirado unos versos de agradecimiento y amistad hacia su persona, su trabajo, su gran dedicación al tema de la muerte en México. Sus fotografías son una obra de arte como también lo son sus libros y su gran labor periodística en San José, California. Gracias, Mary por darnos a conocer tanta riqueza y dedicación.
A MARY J. ANDRADE
Con cariño.
Andariega de mundos repoblados de flores
amiga de esa vida que florece en la muerte;
transmisora de tactos, de sonrisas, de amores
de niños y de ancianos que en gesto se
convierten.
Fotógrafo del alma, de la luz, del mensaje
de los niños, que encienden las luces en las
tumbas;
o de ese altar de muertos que atesora el
paisaje
con amarillos tonos que adornan y deslumbran.
Cempasúchiles vivos, un derroche de soles
repartidos al viento de todos los recuerdos,
que María en su cámara, recoge del momento
para mostrar la ofrenda con su cirio y sus
moles.
Comida preparada con cariño y esmero
para quien nos visita y viene del sin tiempo;
primeros planos hechos desde el puro silencio
donde llegan los vivos a visitar sus muertos.
Mary recoge el fondo, encuadra la belleza
mide cada distancia al transmitir la imagen
y depura el detalle palpando lo que hacen:
estandartes de frutas, luces que son
estrellas.
Y en la noche, su cámara, se vuelve rezandera
Se viste con rebozo, se refugia en los
cirios,
y escucha, escucha el llanto de palabras
ajenas
parecen mariposas, pero son azucenas…
que se visten de lirios…
Mary, vive la noche de muertos con su cámara
recoge ese misterio que es historia y
costumbre;
y nos regala un mundo que es la vida diáfana
de aquello que sentimos aunque nadie
pregunte.
Tus imágenes plasman
huellas y sentimientos
los rostros del instante,
que quieren ser eternos;
y tú lo haces palpable
desde su movimiento
en el sin par delirio
que transita el momento.
©Julie Sopetrán








