De vez en cuando voy a intercalar entre mis pequeños reportajes dedicados a México, uno que otro poema inspirado en la gran riqueza cultural de este país, poemas de mi propia cosecha que deseo compartir con vosotros.
La sangre de los mártires revolucionarios fertilizando la tierra. 1926-7 - Fresco - 2,44 X 4,91 Universidad Autónoma de Chapingo (México) de Diego Rivera
Envueltos en sarapes rojos
Debajo de la tierra. En la milpa
El maíz suda sangre
Y me duele, me duele el barro
Los girasoles lloran por Emilio Zapata
Por el Maestro rural Otilio Montaño
Lloran por los caídos, por los que se quieren levantar
Y no pueden. Lloran por los que no saben por qué murieron
Pero lo hicieron con honor, con rabia, buscando la justicia
Los girasoles lloran y ríen
Su sonrisa es dorada por los que renacen
Por los transfigurados
Por los que fecundan la tierra mexicana
La tierra de donde sea. De los que se inmolan.
Milpas de luchadores
Es la sonrisa dulce de lo que no ha sucedido en vano
Fertilizante humano de la parcela con sabor a sangre
A sacrificio, a entrega, a inmolación por lo ideal sagrado:
Las patrias. Yucatán. Altamira. Mayas. Iberos… tantos.
Sólo el Amor es revolucionario
Los girasoles danzan
Es el movimiento de la historia, el proceso permanente,
El cambio, las revueltas, los ciclos, las transformaciones.
Los levantamientos, la agitación, la inquietud, la conmoción,
El vaivén, el resurgir de un pasado glorioso
Meso América, los abuelos, las ganas de vivir mejor siempre
Siempre la danza de los girasoles dando la espalda al tiempo no vivido
Otilio Montaño, redactando aquel manifiesto de 1910 (Plan de Ayala)
Y ahí está envuelto en sarape rojo, abonando la tierra de México
De cualquier parte, podría ser otro nombre en mi tierra o en la tuya
Y en vez de mural podría ser capricho: Rivera, Goya, quien sabe cuántos artistas… Girasoles que danzan.
Que abren su ventana a la luz, todo es misterio, pero luz
Luz circular para los hambrientos
Y ayer como hoy: los ricos, los pobres, todos en lucha
Es la Alegoría de Chapingo entre el maíz que llora, sonríe, danza…
Flor de luz para los que no ven los pétalos
Es la revolución. Ayer como hoy. Los cuerpos enterrados
El estiércol alquímico que pisan los políticos cuando juegan al golf
Sangre que es oro. Oro que es luz. Luz que es semilla sin fin
Que germina porque la sangre, como el Amor, son revolucionarios
Hoy, igual que ayer
En la milpa. En cualquier parte.
Debajo de la tierra. En la milpa
El maíz suda sangre
Y me duele, me duele el barro
Los girasoles lloran por Emilio Zapata
Por el Maestro rural Otilio Montaño
Lloran por los caídos, por los que se quieren levantar
Y no pueden. Lloran por los que no saben por qué murieron
Pero lo hicieron con honor, con rabia, buscando la justicia
Los girasoles lloran y ríen
Su sonrisa es dorada por los que renacen
Por los transfigurados
Por los que fecundan la tierra mexicana
La tierra de donde sea. De los que se inmolan.
Milpas de luchadores
Es la sonrisa dulce de lo que no ha sucedido en vano
Fertilizante humano de la parcela con sabor a sangre
A sacrificio, a entrega, a inmolación por lo ideal sagrado:
Las patrias. Yucatán. Altamira. Mayas. Iberos… tantos.
Sólo el Amor es revolucionario
Los girasoles danzan
Es el movimiento de la historia, el proceso permanente,
El cambio, las revueltas, los ciclos, las transformaciones.
Los levantamientos, la agitación, la inquietud, la conmoción,
El vaivén, el resurgir de un pasado glorioso
Meso América, los abuelos, las ganas de vivir mejor siempre
Siempre la danza de los girasoles dando la espalda al tiempo no vivido
Otilio Montaño, redactando aquel manifiesto de 1910 (Plan de Ayala)
Y ahí está envuelto en sarape rojo, abonando la tierra de México
De cualquier parte, podría ser otro nombre en mi tierra o en la tuya
Y en vez de mural podría ser capricho: Rivera, Goya, quien sabe cuántos artistas… Girasoles que danzan.
Que abren su ventana a la luz, todo es misterio, pero luz
Luz circular para los hambrientos
Y ayer como hoy: los ricos, los pobres, todos en lucha
Es la Alegoría de Chapingo entre el maíz que llora, sonríe, danza…
Flor de luz para los que no ven los pétalos
Es la revolución. Ayer como hoy. Los cuerpos enterrados
El estiércol alquímico que pisan los políticos cuando juegan al golf
Sangre que es oro. Oro que es luz. Luz que es semilla sin fin
Que germina porque la sangre, como el Amor, son revolucionarios
Hoy, igual que ayer
En la milpa. En cualquier parte.
©Julie Sopetrán
Publicado en ttp://www.lacasadeasterion.net?museo_id=114
Julie ¡Impresionante! Usted debe ser una persona muy politizada y muy amorosa también.Hermoso poema! Un abrazo, con admiración
ResponderEliminarPrecioso.
ResponderEliminarJulie.
Un saludo.
Julie por fin creo que puedo conectar contigo atraves de blogger-escritorio..voy a comprobar la situacion de mis blogs, te recuerdfa con cariño Begoña
ResponderEliminarMi querida Julie: Me ha emocionado tu poema escrito con el sentimiento de aquellos que con amor, honor y esperanza dieron su vida por un mundo mejor. Aquellos que muchas veces olvidamos que tenemos lo que tenemos gracias a su sacrificio. Hombres de que importa el país pero que su sangre conocida o anónima abonan nuestras tierras.
ResponderEliminarPrecioso poema, Julie.
Brisas y besos.
Malena
Yo también digo que impresionante, no podría calificarlo de otra forma.
ResponderEliminarBesos
muchisimas gracias dulce y magna Poeta por anegar nuestra alma del dulce nectar de tus bellisimas letras, un besin muy muy grande de esta asturiana amiga y admiradora.
ResponderEliminarPrecioso poema a tu amor por México, aunque algunos confundan lo social con lo político.
ResponderEliminarUn beso
My beloved friend Julie
ResponderEliminarWith tears I read your wonderful poem!!!!
An hymn to those, who shed their blood for a better tomorrow!
You're wonderful poet and i flaunt you!
Congratulations!!!!!
Kind regards
Julie, gracias por su visita, me encanta el Mexico y ustedes es buena narradora y mostradora de fotos, precioso mucho precioso, fantastico su blog, me encanta todo.Felicitaciones, saludos desde Brasil.
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