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viernes, agosto 10

UN PASEO POR LA CIUDAD DE OAXACA


Salón de los Cántaros de Santa Catalina

Texto: Julie Sopetrán
Fotos: (Estado del Gobierno de Oaxaca) y Julie Sopetrán

Nada más llegar a Oaxaca de Juárez, sentí en mi rostro la caricia de un clima delicioso. Su media de temperatura oscila en los 18 grados en los meses más fríos y unos 23 grados en los meses más calientes, está a una altura de 1550 metros sobre el nivel del mar. Me llamó la atención la piedra verde de sus edificios. La amabilidad de sus gentes. Las iglesias, conventos y palacios y su primorosa arquitectura.
Una de sus fiestas más hermosas es La Guelaguetza, música, baile, canto, tradición... Puedes leer un artículo dedicado a tan singular festejo en este mismo blog. Mayo 2011.
Partiendo del centro histórico, del Zócalo y la Alameda, me adentro en los grandes Portales, y ya me siento integrada en la ciudad. Allí la gente se reúne, charla, toma café, va y viene constantemente y su contemplación llena todo mi espacio.


Los árboles de la Alameda de León, sonríen y abrazan al oaxaqueño y al turista. Su vejez refresca los pasos y su belleza invita al descanso.  A Oaxaca la llaman la Verde Antequera, debido a que la mayor parte de sus edificaciones son de verde cantera.
Esta Alameda formó parte del mercado de la ciudad donde se podían apreciar piezas de cerámica negra de Coyotepec, también la loza verde y vidriada de Atzompa, así como la cerámica roja, que era la preferida para el uso diario, por ello antes se llama a este lugar la "Plaza de cántaros" debido a la riqueza de su cerámica.
Esta ciudad fue fundada por el emperador azteca Ahuizotl, por el año de 1486, sus guerreros se instalaron en el Cerro de Bellavista, al que los nahuas llamaron Ehécatl, dios del viento. Hoy se conoce este lugar como el Cerro del Fortín. Desde este lugar se divisa todo el valle donde se encuentra la ciudad de Oaxaca. 


Su primer nombre fue Antequera en 1532, nombre otorgado por el rey Carlos I de España con el título de "muy noble y leal ciudad". Fue en 1821 cuando se la llamó Oaxaca que en náhuatl quiere decir "en la raíz de los huajes".  Huaje es una planta forrajera leguminosa de tipo arbustivo que en forma natural abunda en estos lugares y es buena para el ganado, es muy digestible con un alto porcentaje de proteína.  También es un árbol que puede crecer hasta diez metros de altura, el tronco derecho con las ramas ascendentes y la copa redondeada. La corteza de este árbol es lisa de color gris oscuro.
Huajes - Foto de Internet
Yendo hacia el oeste de la ciudad nos encontramos con la Catedral, sede de la época colonial. Los primeros religiosos que se establecieron fueron los dominicos, los que comenzaron su evangelización a los indios y para protegerlos de los abusos de los conquistadores, convencieron a los vecinos para solicitar la instalación de un obispado. Se obtuvo la bula el 21 de Junio de 1535 y el primer obispo fue el dominico Juan López de Zárate. Se realizaron varias construcciones, debido a los terremotos y por fin en 1740 se terminó la magnífica portada. Fue declarada monumento histórico el 4 de mayo de 1933. Al ser Oaxaca una zona sísmica esta Catedral se ha reconstruido varias veces.

Catedral de Oaxaca - Fachada
Cortés mandó a sus soldados que fundaran una villa en Tututepec,  porque había mucho oro en ese lugar, pero los soldados lo  desobedecieron y se fueron al Valle de Oaxaca, porque el clima era más agradable. Fue así como los españoles fundaron Segura de la Frontera, en lo que actualmente es Oaxaca de Juárez. Pero esto era una rebeldía y tendrían que luchar contra Cortés y también contra el virreinato. Fueron varios los que se hicieron con el primer gobierno entre ellos, Hernando de Badajoz, Pedro de Alvarado, Juan Núñez de Mercado y Juan Peláez de Berrio.
Llama la atención de la Catedral, su portada, decorada con follajes labrados en piedra, sus relieves escultóricos, representan la Asunción de la Virgen coronada por la Santísima Trinidad y también el Santísimo Sacramento protegido por un palio sostenido por ángeles. En su interior, admiro sus bóvedas que cubren la nave central y las de medio cañón, las pilastras, los muros, el coro con su sillería espectacular, el órgano, el altar mayor y una colección de pinturas de principios del siglo XVIII, que me parecieron un auténtico tesoro. Pude contemplar un lienzo de 1720, Anónimo, que representa a San Cristóbal, entre otras bellezas de gran valor pertenecientes al siglo XIX.

Detalle del interior de la Catedral

Yendo por el costado sur de la Catedral, cruzando por la calle de Hidalgo, se llega a la Plaza de la Constitución que normalmente se la conoce como el Zócalo, de allí no quieres salir, es un lugar de esparcimiento donde la gente pasea, la familia disfruta del entorno, y se puede comer en cualquiera de los muchos restaurantes que la circundan. Hay también hoteles, tienditas de artesanía, cafés al aire libre, puestos para comprar huipiles, vendedores de globos de colores... En la tarde todo está lleno de gente que platica, disfruta, discute, come y se divierte.  Sin sentir la experiencia de esta Plaza, nadie puede decir que ha estado en Oaxaca.  Es no sólo el centro de la vida pública, cultural, política y social, sino que es el lugar idóneo para manifestarse, para cantar y para recitar poemas de los poetas populares oaxaqueños. No podemos dejar de lado el kiosco central, a imitación francesa, para los conciertos nocturnos y las bandas militares o para las audiciones de la Banda de Música del estado.


Nos detengamos un rato en el Palacio de Gobierno, con estilo de renacimiento francés e italiano, con sus columnas dóricas y sus 19 arcos de medio punto, sosteniendo estos arcos hay 16 pares de columnas con base cuadrada y capitel dórico en cantera amarilla, y así en el segundo piso que tiene 14 ventanales, con sus correspondientes balcones de hierro forjado y artísticos dibujos podemos imaginar la grandiosidad del edificio. Este lugar, es el centro político del estado, que en su momento albergó al cura Morelos, al inmortal Benito Juárez y a Don Porfirio Díaz.
Espectacular es la Sala de los Gobernadores, situada en el conjunto norte del Palacio, con sus dos grandes ventanales que muestran una magnífica perspectiva de la Catedral, la Alameda, los Portales y el Zócalo. Desde allí, los gobernadores arengan a la multitud. He de destacar la lámpara de araña de cristal cortado que adorna el interior y también las pinturas de todos los gobernadores oaxaqueños a partir de  Benito Juárez.

    Parte del mural del Palacio de Gobierno, creado por Arturo García Bustos

Pero si algo llama la atención de este Palacio, es sin lugar a duda, el mural, realizado por Arturo García Bustos, basado en Oaxaca en la historia y el mito, que evoca la grandeza sin par de este lugar y su lucha por la libertad. También podemos admirar a frailes, virreyes, cortesanas e indios oprimidos, encomenderos y señorones. Mujeres que evocan las velas istmeñas, la Sandunga y la Llorona,  a Sor Juana Inés de la Cruz, la cabeza romántica de Donají y el trabajo de la recolección de la grana cochinilla, el trabajo de los orfebres... Todo está magníficamente representado en este mural.
Al lado poniente, en otro mural, podemos contemplar la historia del mundo precolombino, es la época en que los hombres eran dioses.  
Pero no podemos irnos de Oaxaca sin visitar los mercados, caminando a una cuadra, al sur del Palacio de Gobierno, había dos mercados centrales, más o menos un kilómetro cuadrado del centro de la capital, era ocupado por mercaderes de todas las regiones del estado, exhibiendo los más variados productos.a Olores, colores, gente, variedad de cosas, artesanías, verduras, frutas tropicales, cestería, pescados, mariscos, cerámica, huaraches de Yalalag, y todo lo imaginable hecho en México.  Esos mercados siguen existiendo en el centro, en el Benito Juárez Maza, se venden ropas, artesanía  textil y la que le da fama a la cuchillería oaxaqueña, al cuero, jarciería y sombreros. Exquisitos los chocolates, el quesillo, los chapulines y las famosas agüitas de Casilda, la horchatera. Junto al Templo de San Juan de Dios, existe otro mercado de comida oaxaqueña, allí se preparan los mejores platillos y viandas tradicionales, moles, caldillo de nopalitos o las famosas enchiladas.


Campanario de la Iglesia de San Juan de Dios

 

Entre los dos mercados destaca la Iglesia de San Juan de Dios, que fue la primera iglesia construida en Oaxaca en tiempos de mixtecos y zapotecos. Al pie de un árbol de huaje se dijo la primera misa el 25 de noviembre de 1521.
Podemos visitar varias iglesias, por ejemplo el Templo de San Felipe Neri en el Centro Histórico. En este templo contrajo matrimonio Benito Juárez García con Margarita Maza Parada. Me encantó el retablo del altar mayor, donde se encuentra la Virgen del Patrimonio y en la parte superior , San Felipe Neri. Es una auténtica belleza del churrigueresco mexicano. En el mismo Centro Histórico se encuentra la Iglesia de la Soledad, primero fue ermita, 1529, de San Sebastián, construida por los Dominicos. Ahora es una iglesia majestuosa de 24 metros de altura, primero fue de cantera verde, ahora amarilla. Sus columnas son dóricas, jónicas y salomónicas. Existe junto al templo, un museo religioso. Y también una roca que, según la tradición, colocas el oído y se escucha el ruido del agua que corre como si fuera un río.


Retablo principal de San Felipe Neri


Y no puedes irte de Oaxaca sin visitar el Museo de Rufino Tamayo, donde puedes admirar piezas prehispánicas de gran valor. O el Museo de Arte Contemporáneo, conocido como la Casa de Cortés, aunque no estuviera allí nada más que de paso.  En Oaxaca también hay una calle de Alcalá, entre Morelos y Santo Domingo, donde puedes admirar hermosas casonas coloniales y comprar joyas y artesanías. También puedes tomar un buen café de Pluma Hidalgo...   Y de paso, hay que visitar el Exconvento de Santa Catalina de Siena de reminiscencias árabes, también fue cárcel y cine, es un edificio muy bien restaurado, sobrio, recogido, espiritual.


Museo Nacional de Antropología e historia - Santo Domingo
Otro lugar que merece la pena visitar es el templo de Santo Domingo de Guzmán, del que ya os he hablado en otros artículos, allí donde me encontré con el dios Cozijo. Su exterior tal vez no dice demasiado, pero en su interior existe la espiritualidad de su Museo Regional de Antropología e Historia de Oaxaca. Donde se exhiben los tesoros hallados en  la tumba número 7 de Monte Albán.  Se comenzó a construir en 1570. Los recursos eran muy escasos, los frailes dominicos sólo contaban con veinte reales para la edificación y terminó costando doce millones de pesos oro. Increíble. En este templo, podemos contemplar varios estilos, el gótico, el románico y el arábigo.  El barroco exuberante del interior contrasta con la sencillez de la fachada exterior. Pero yo diría que allí está impregnado el espíritu de los dioses. O por lo menos el de los indígenas que consiguieron crear un estilo arquitectónico nuevo. Este templo se terminó en 1666.



Oaxaca es una ciudad muy bella así como sus alrededores, como el templo de Tlacochahuaya, que quiere decir "lugar húmedo" donde se puede admirar toda la riqueza del arte más indígena. Destacables son las ruinas de Dainzú. Y las ruinas de Lambityeco, una ciudad que data del 700 a.C. También podemos acercarnos a Santa María de Tule. Famoso es su árbol ahuehuete, con más de dos mil años de vida, se cree que es el árbol más grande del mundo, tiene más de 40 metros de altura, 52 metros de diámetro, 705 metros cúbicos de volumen y un peso aproximado de 509 toneladas, a su sombra, pueden cobijarse más de 500 personas y 30 individuos tomados de la mano, con mucha dificultad abarcan su perímetro.
Otros de lugares preciosos es Teotitlán del Valle, asiento de los primeros pobladores zapotecas. En este lugar la artesanía le da renombre con sus antiguos telares de madera, con hilos de lana cardados a mano, pintados con la grana cochinilla de la que ya he hablado en otro artículo que puedes leer
en http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2012_02_01_archive.html
Famosos son los sarapes y ponchos, alfombras, tapetes, cortinas, vestidos y telas hechas de algodón.


Tlacolula - Mercado

Pero uno de los pueblos que me impresionó es Tlaculula, a 27 kilómetros de Oaxaca, me impresionó su mercado, un domingo, cuando todos los pueblos se juntan para el trueque, el tianguis. Rica es la barbacoa de chivo o carnero que se puede degustar durante las horas del mercado Martín González. Allí se puede comprar de todo, incluida la cal viva, esteras, ollas, cántaros, huaraches, frutas, verduras, hierbas aromáticas, ropa de todo tipo y lo más típico de Oaxaca, el mezcal con sus múltiples sabores y variedades.


Detalle de gran belleza del interior del templo de Santo Domingo
De estos lugares podríamos estar hablando días y noches, de Yagul, Mitla, Tehuantepec, Guie Ngoola, Salina Cruz, Playa Azul, Tlacotepec, Etla, Temascal, Puerto Escondido, Puerto Ángel, Huatulco... (Puedes visitar Huatulco en este blog  http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2012/01/huatulco.html son lgares de ensueño a los que no sólo hay que ir, también volver.
Yo al menos, así lo recomiendo.

O

sábado, julio 21

LÍDERES Y CHAMANES DE MÉXICO

                                  Modesta Lavana Pérez - Líder y curandera de Morelos - México                                                                    Foto: Julie Sopetrán
Texto y fotos: Julie Sopetrán

Conocí a varios chamanes en los caminos mexicanos. Las comunidades son las que  nombran a ciertas personas para ejercer el chamanismo. Porque nadie es chamán porque quiera serlo, esa autoridad se la otorga el pueblo desde tiempos ancestrales, el pueblo o la divinidad a través de la naturaleza. ¿Se les toma en serio a los chamanes? ¿Curan?  
Según el diccionario de nuestra lengua, el chamán es "Hombre que, en algunas culturas, se considera que tiene el poder de comunicar con los dioses o curar enfermedades usando sus poderes mágicos, hierbas y productos naturales. Aunque también la palabra dicen que proviene del vocablo siberiano shaman que reúne en la identidad de hombre-dios-medicina. Xaman, con su raíz scha, procede de saber, "alguien que sabe, sabedor, persona sabia". Para curar sólo se necesita mucha fe, ungüentos, aceites, ventosas, cremas, compuestos, pomadas, hierbas y ese conocimiento ¿intuitivo? que se precisa para saber lo que se receta y lo que se hace con el paciente, a veces atrocidades.

        Grupo de Sanadores - Morelos

He conocido hombres y también mujeres con estos poderes que son muy respetados y queridos en las comunidades indígenas, dicen que las mujeres adquieren el poder después de la menopausia. En algunos lugares de montaña, en Morelos, el hombre adquiere sus poderes si sobrevive a un rayo, por este hecho, la comunidad, a esa persona, la convierte en chamán.
Me quedé con ganas de entrevistar a la famosa curandera y herbolaria María Sabina, de Huautla  y saber de sus curaciones mazatecas con los hongos sagrados en Oaxaca. Han sido muchos los charlatanes que después han tomado ventaja de los hongos hasta casi hacerlos desaparecer. Aunque todavía se usa en algunas ceremonias mexicas de la zona. Y sí, hay una gran diferencia entre los oportunistas vendedores de rituales mágicos por un puñado de billetes y los auténticos chamanes que entienden el peyote como algo sagrado con lo que no se debe nunca comerciar.

       María Sabina - Mujer espíritu.   (Foto de internet)

                              
 Me pregunto: ¿Qué hay de verdad y de mentira en estas prácticas? ¿Son el producto de  la ignorancia y el abandono convertido en superstición o es realmente producto de la sabiduría ancestral? Se pueden contar historias escalofriantes referidas a los cultos, sectas, abusos, prácticas y creencias de hierberas, parteras, curanderos, medicina del campo, farmacias de productos naturales... Recordemos aquellos años de los libros de Castañeda y las enseñanzas de don Juan que popularizaron a nivel mundial el peyote.
En Oaxaca, Morelos, Michoacán, conocí a algunas parteras y curanderos que por muy poco dinero hacen su trabajo, siendo para ellos lo más importante que sus pacientes cumplan con la costumbre. Y ese hábito es muy curioso, se trata que después de un parto, estos curanderos sean tratados a cuerpo de rey, esto se hace uno o dos días antes del parto y hasta doce días después. Se les prepara mole de guajolote, también de cerdo,  caldo de res, chocolatito, su copita de mezcal y otras viandas y degustaciones.

                                                                      Huesero curando - Foto: Julie Sopetrán


¿Pero tienen estas parteras conocimiento de cómo debe tratarse un parto, cuando no saben anatomía y en su mayoría suelen ser analfabetas?  Muchas de estas parteras también son curanderas.
Luego existen las técnicas para meditar de muchos chamanes, como son la meditación Yaqui, la Olmeca, la de Doña Pachita muy conocida por sus curaciones, que se sentaba a meditar frente a su altar y cuando escuchaba un zumbido en su oído, entonces cambiaba de estado y su trance le permitía realizar operaciones quirúrgicas, por ejemplo...



Doña Josefina, que se puede pasar días y días sin dormir recorriendo lugares desconocidos por el universo, famosos son sus viajes astrales que le sirven para curar a los que a ella van a consultarla.  Don Lucio de Morelos, que se conecta con el mundo invisible habitado por pastores y trabajadores del tiempo y así adquiere sus conocimientos y los transmite hacia los demás, especialmente a los que piden su ayuda.
¿Pero quién no ha oído  hablar del maya Don Panchito?
Podemos imaginarlo hablando con Dios directamente o también observando las estrellas en la noche para después dormirse y en la mañana recoger sus sueños que tendrían que ver con el futuro de sus consultantes. Y todavía existen los herederos del Señor Pompeyo Torres, allá por Angangueo en Michoacán, que tenía el don de saber lo que le ocurría a la persona cuando se sentía mal, con sólo mirarla, lo sabía todo y después curaba, se conservaba la herencia curativa de padres a hijos.


Juan Castro Valdés, lo conocí en uno de mis viajes a Pátscuaro, Michoacán, me dio un masaje, me dijo que hacía más de treinta años que curaba dando sobadas, desde el pié hasta la cabeza jalando los huesos. Siempre recuerdo que no me cobró nada, pero me pidió las gafas a cambio. Podéis leer sus comentarios en este mismo blog "Medicina P´urhepecha".
Otro huesero, Don Guadalupe Norberto Calderón, de la Isla de Janitzio, pescador en el Lago de Pátzcuaro, también cura sin preocuparle si el paciente tiene fe o no, él transmite su energía y lo que él siente le vale.


                                                                                          Juan Castro Valdés - Páztcuaro - Huesero


En Morelos conocí a la líder Modesta Lavana Pérez, sanadora, del pueblo de Hueyapan, en la región del volcán Popocatépetl, la llamaban: "el correo de los vientos". Una mujer luchadora, como pocas, por los derechos de los indígenas. Hace años que la conocí, ella me presentó a otros dos chamanes y me sometí a sus conocimientos del temascal. Es un baño de vapor, la raíz de esta palabra es nahua,  Temaz es vapor y calli es casa.  Casa de vapor. Sirve para limpiar las vías respiratorias y el aparato digestivo, es una limpieza física y espiritual relajante. Doña Modesta fue una curandera líder en la zona de Morelos, ella nos recibió con mucho agrado y nos habló de las técnicas y algunos aspectos de la Medicina Tradicional Mexicana y la herbolaria que ella conocía ampliamente, falleció a los 81 años en la ciudad de Cuernavaca, su reto era el de preservar la lengua materna, el náhuatl. Fue reconocida por las autoridades como intérprete en el Sistema de Justicia Penal del estado de Morelos y en sus distintas variedades, defensora de la justicia e intermediaria de ella ante las personas que no hablaban castellano en su comarca. Defensora de los derechos humanos y gran líder además de ser Maestra en el arte de tejer lana en telar de cintura y en el uso de las plantas que ella conocía para aplicarlas a la medicina.

                                                                  Modesta de Morelos   - Foto: julie Sopetrán


En esta comarca muy cerca del volcán, se celebra un festival de medicina tradicional y plantas medicinales para difundir y conservar estas prácticas antiguas de su cultura. Es un festival del grupo Atekokolli y Teahui AC., (Clínica de salud comunitaria) Doña Vicenta Villalba, partera, fue la impulsora, quería enseñar a los jóvenes el conocimiento de la Medicina Tradicional, ella se dedicó a la curación y la enseñanza. Este año en el festival se homenajeó a las líderes Modesta Lavana Pérez y también Doña María Leocadia Ramírez de Amatlán. En este festival existen talleres donde se aprenden las distintas formas de curar. Es un mercado de salud comunitario, donde se pueden comprar plantas medicinales, aceites, jarabes, medicamentos naturales, libros, se puede asistir a conferencias, mesas redondas, proyecciones, rituales, sahumerios y ofrendas relacionados con estos temas. Este festival se celebró en Marzo pasado en Morelos, en Amatlán de Quetzalcóatl, un lugar de ensueño, vegetación y planes ecológicos de gran trascendencia natural.



Pero hay que hablar de las limpias y barridas. Sirven para quitar las impurezas, los aires, el enojo, las bilis, la muina o el coraje, los espantos, el susto, los nervios, la tristeza, el latido... incluso para aquellos que han tomado hongos y no pueden salir de sus efectos, o aquellos otros que no superan su intimidad anímica.
Dicen los mexicanos que el huevo tiene la propiedad de "chupar la enfermedad", y es entonces cuando el contenido del huevo, se transforma. El huevo ha de ser de gallina casera o guajolota y cura  el mal de ojo, los deseos nefastos, sirven también para limpiar a la persona de todo aquello que se siente afectada, mal de ojo, hechizo, brujería, daño...


Guadalupe Norberto Calderón

                                            
Cualquier desequilibrio es motivo para ir a hacerse una limpia. Si algo o alguien te sorprende en forma repentina, ya te has enfermado de susto, por ejemplo. Cualquier causa que afecta al honor, se enferma de vergüenza o sentir una sensación desagradable pues ya estás enferma de latido, o de chaneque si tropiezas y te duele luego la rodilla, es que cogiste una mala emanación de la tierra...


Recuerdo, en Puebla, donde tuve una experiencia sobre el verdadero nombre de lo que es la Amistad, una amiga que hacía años que no había visto, Antígone, se encontró conmigo en lugar de otra amiga que no se dejó ver y a la que yo estaba esperando. La alegría de Antígone, fue tan grande, que me llevó a su casa, me presentó a su pareja y después de tener una suculenta comida, se ofreció a hacernos una limpieza de huevo. O sea una huevo-terapia. A estas personas en México, también los llaman hueveros.   El huevo recoge todo lo malo que hay en el cuerpo, lo van frotando como si fuera un jabón desde la cabeza hasta los pies, los movimientos tienen que seguir las manecillas del reloj, se prepara un vaso con agua donde después de pasarlo por todo el cuerpo, (no sin antes santiguarse con el huevo y rezar) luego el huevo lo rompió en el vaso lleno de agua y ella interpretaba las formas que adquirían la yema y la clara en el agua. A veces los huevos pueden salir negros y se necesitan varios para la limpieza. También saben interpretar lo que te sucede según la conducta del huevo en el agua. Fue toda una sensación nueva y sin precedentes.




En la plaza principal de Pátscuaro, se encuentra el Palacio de los príncipes purépechas, residencia que perteneció al príncipe Antonio Huitzimengari, ahijado del primer Virrey de la Nueva España, Don Antonio de Mendoza,  hijo del Cazonci, que fue el último gobernante de la etnia purépecha.  Allí en su interior, se encuentra un patio rodeado de arcos con muchas flores, en la parte superior se encuentran los hierberos y curanderos purépechas atendiendo a sus pacientes, ellos también hacen limpias con hierbas y leen el futuro con sus particulares cartas. Muy cerca, está el hospital de la ciudad y frente al hospital la casa de la medicina natural y los curanderos, en todos los lugares la Virgen de la Salud preside las esperas de los pacientes.
Y así podríamos ir enumerando personas, lugares donde se practica este tipo de medicina. Creo sinceramente que la ignorancia incrementa estas prácticas. Y lo bueno sería corregir los usos y los abusos de yerberos y chamanes, para así enseñar a la gente que hay alternativas y que existe la medicina de los doctores, ya que mucha gente muere de enfermedades que no pueden curar las hierbas.




En México estos doctores se concentran en las ciudades y es el indígena el que sufre esta ausencia, ya que los doctores, a veces, ignoran por completo al indígena. No aprenden su lengua, no se comunican. Los indígenas piensan que aunque exista ese buen médico, a ellos no les puede curar porque no los entienden y creen que la medicina de los doctores, además de cara, es mala y la de hierbas es buena.
Lo ideal sería que hubiera una comunicación más cercana entre ambas ciencias, para que todos pudieran aprender unos de otros sin discriminación, integrar ambas medicinas sería beneficioso tanto para unos como para otros, el curandero debe comunicarse con el doctor y el doctor con el curandero tradicional, de esa forma, ambos serían verdaderos chamanes y todos nos beneficiaríamos de ello. Mientras no lo hagan, el beneficio se lo llevará el mas charlatán o  el que mejor sepa comerciar con nuestra salud.
Y para terminar os transcribo de un antiguo formulario Azteca, de yerbas medicinales. (Manual imprescindible de los secretos indígenas) Lo encontré en un mercadillo, y dice del aguacate:



"Antes se creía de difícil digestión, pero análisis modernos, han encontrado que no es inofensivo, al contrario es muy nutritivo, por sus vitaminas. El aguacate es un excelente afrodisíaco, pues con su uso, tonifica grandemente los órganos de la generación, además puede recomendarse como alimento a los diabéticos por carecer de azúcar y almidón. La semilla es astringente por lo que puede utilizarse con el aceite que produce, para algunas enfermedades del cuero cabelludo, como la caspa y la tiña"

domingo, julio 1

UN LUGAR DE MÉXICO LLAMADO TLAXCALA


 

Texto: Julie Sopetrán
Fotos: Mary Andrade, Julie Sopetrán, Oficina de Turismo México.

Si algún rival enemigo tuvo el imperio azteca, durante la época de la conquista,  fue Tlaxcala. Ciudad colonial, fundada en 1520 por Hernán Cortés, sobre la ya existente prehispánica.  Situada a unos tres mil metros sobre el nivel del mar. Es también el estado más pequeño de la República Mexicana. Linda con Puebla al norte, al sur y al este; al oeste se encuentra el estado de México y al noroeste está Hidalgo. Recuerdo que las nieves perpetuas del volcán Popocatépetl, tenían una luz especial, según me iba acercando a la hermosa ciudad de Tlaxcala, desde Puebla cuando lo visité en el año 1993.


Me llamaban la atención las ermitas, los maizales de los fértiles valles, los campesinos que vendían los frutos de la tierra por el camino y daban al paisaje, esa belleza amerindia que muy bien puede transportarnos, retrocediendo en el tiempo, hasta el pueblo prehispánico de los náhuatls. Campos cultivados de cebada, fríjol, haba, calabaza, alfalfa, tomate y los deliciosos frutales de duraznos, perales, manzanos, nogales y ciruelos...
Al pasar por Cholula, recordando al Cortés más guerrero, del que habla la historia, desde el monasterio de San Gabriel, con las cúpulas de su Capilla Real, de estilo mudéjar, contemplé la ciudad y una de las pirámides, tal vez la más hermosa y más grande de México, desastrosamente violada con un edificio de estilo español.




Tlaxcala fue sede del Primer Obispado de la Nueva España, su Escudo de Armas ostenta el título de: "Ciudad Muy Noble y Muy Leal".  Hernán Cortés llegó a Tlaxcala en 1519 encontró a sus habitantes defendiendo su independencia de los mexicas, de los huexotzincas y de los cholultecas. Así fue como se alió con los tlaxcaltecas para conquistar la gran Tenochtitlán. España trató especialmente a Tlaxcala, permitiéndoles conservar su gobierno indígena, sus tierras, su derecho a portar armas y montar los caballos, se les consideró hidalgos, incluso se les eximió del pago de tributos, entre otros privilegios y nunca perdieron el orgullo de ser los herederos de la antigua república.


En la ciudad de los chichi-mecas. Me llamaron la atención los edificios de la época colonial, las calles, la paz, los mercados en las plazas, el convento de San Francisco, la plaza de toros, el Palacio de Gobierno, la catedral de estilo rococó, la gente, esa gente sencilla, contemplativa... Todo me conquistó positivamente.
Tlaxcala, cuna del mestizaje, tiene unos noventa mil habitantes, forma parte del Eje Neovolcánico que recorre parte del México central. Su clima es templado. Llueve desde abril hasta finales de octubre. Está ubicada la ciudad a 114 kilómetros del Distrito Federal, a 38 de la ciudad de Puebla y a 307 del puerto de Veracruz. El nombre de Tlaxcala significa "lugar de maíz" o "lugar de pan o tortilla de maíz" o Texcalli que quiere decir peñasco... Antiguamente se llamó Chalchihuapan, se debía a que en ese lugar había una fuente llamada "La fuente sagrada" porque allí se realizaban ofrendas y ritos a los dioses.


Los franciscanos se asentaron en este lugar en 1524, lugar también llamado "tierra de los chalchihuites o de las piedrecillas verdes". Tlaxcala es una ciudad espaciosa, su Plaza de la Constitución, su fuente ochavada, con sus seis querubines labrados, por sus bocas de donde sale brillante el agua, fue regalo en 1646 de Felipe IV a la ciudad. Al poniente de esta plaza está el Palacio de Justicia que fue Capilla Real de Indios.. El Mesón Real, la Casa del Ayuntamiento, el Paseo de los Portales, la Catedral de la Asunción, el Museo Regional donde se encuentra la escultura prehispánica de Camaxtli, y también el óleo anónimo de fines del siglo XVII, con la Virgen de Ocotlán. El teatro Xicohténcatl, la Iglesia de San Nicolás de Tolentino y tantos edificios singulares que atrapaban mi paso...


Me llamó mucho la atención la Plaza de Toros, El Ranchero Aguilar y las escalinatas de acceso a la iglesia del Buen Vecino, desde donde se domina la ciudad. Son tantos y tan hermosos los atractivos de Tlaxcala, que necesitaría mucho espacio para describirla... He de destacar la Basílica de Ocotlán, si llaman a Tlaxcala "el lugar de los silencios azules", no cabe duda que ese silencio llega a ser misterioso en el parque que antecede a la Basílica, que primero fue ermita, con sus veintiséis arcos invertidos, llenos de flores, con sus lanzas blancas que contrastan con un cielo muy azul. Azul y blanco de la Virgen de Ocotlán. Desiderio Hernández, colaboró en el diseño de este lugar junto al arquitecto Dartigues. También se encuentra la iglesia del Pocito, de base octogonal, con el agua milagrosa que mana desde que la Virgen se apareció a Juan Diego.


Tenía un gran interés por ver y admirar las pinturas al fresco de Desiderio Hernández Xochitiotzin, que se encontraban en el Palacio de Gobierno de Tlaxcala. Este lugar antiguamente fue Casa Real del siglo XVI, lugar donde habitó Hernán Cortés. Se conserva todavía de esa época, la parte baja de su fachada. Este lugar ha sido un verdadero lienzo del Maestro Desiderio, un memorial de asombro y buen hacer. La fotógrafo ecuatoriana, Mary Andrade y yo, llegamos a Tlaxcala para entrevistar a este relevante muralista mexicano, él mejor que nadie, interpretó la historia de su pueblo, mostrándola en las  paredes del Palacio de Gobierno. Él estaba preparado para hacer esta obra mejor que nadie, porque no sólo era pintor, grabador, escritor, arquitecto, restaurador... Él era un hombre muy  asequible, un auténtico humanista  que definió en expresivas palabras esa leyenda negra de Tlaxcala... Cuando le pregunté cómo surgió la idea de los murales, con gran sencillez dijo:

                                                            

"no, pues la idea, así empezando un poco, como debe ser, ¿no?; la idea no fue mía, con toda honradez lo digo. Ni tampoco se pensó en esta proporción de la obra. Tenemos un San Benito,  ya sabe qué es eso ¿verdad?, la leyenda negra sobre Tlaxcala, que inventaron los hombres de la Independencia y luego la cultivaron los hombres de la Reforma, los liberales.
Dicen, que los tlaxcaltecas son traidores, o fueron traidores, y en consecuencia nosotros también, y todo porque se aliaron con los españoles. Claro, que el liberalismo fue una doctrina anticristiana y anti-hispánica y sobre nosotros todavía existe esa calumnia horrorosa."

Desiderio nació en el barrio de Santa María Tlacatecpac, en el pueblo de San Bernardino Contla de Juan Cuamatzi, en Tlaxcala, nació el 11 de febrero de 1922. Vivió en Puebla, su esposa era Lilia Ortega Lira, cuando lo conocimos. El Maestro tuvo nueve hijos, más una niña que yo conocí con su esposa, la niña tenía entonces seis años. El mayor de sus hijos murió siendo músico y poeta, su recuerdo estaba presente en cada rincón de su casa. Desiderio me hablaba de él como si todavía estuviera a su lado. Su padre fue don Alejandro de la Cruz Hernández de la Rosa y su madre doña Natividad Xochitiotzin Saldaña. Estudió en Puebla, en la Academia de Bellas Artes. Falleció el día 14 de Septiembre de 2007 a la edad de 85 años. Fue reconocido en muchos lugares de prestigio, como La Sorbona, Harvard, el Vaticano,  en la Universidad de Estocolmo en Suecia, etc.. Él perteneció a la segunda generación de los grandes muralistas mexicanos del siglo XX, fue el último muralista al fresco que había en México. Su apellido Xochitiotzin significa "flor de Dios" en el lenguaje indígena.



Transcribiré la larga entrevista que le hice para mi revista AZB, junto con Mary, hace ya unos años como testimonio de un gran artista. Hoy me limito a mostrar algunas bellezas de esta ciudad colonial que me sedujo y a la que algún día quiero volver.  



Bellísimos son sus extensos llanos, las sierras y los volcanes, como el Malintzin, o la Malinche, es un volcán inactivo con una altura de 4420 metros sobre el nivel del mar, frío en la cumbre y templado en la falda. Antiguamente se le llamaba Matlacuéitl, que era la esposa de Tlácloc, diosa de la vegetación. Cuando llegaron los españoles la llamaban Malintzin en honor a Malinalli, Marina o Malinche, que ayudó como intérprete a los españoles. El volcán tiene forma de cono. Es como un emblema del estado de Tlaxcala. Se le divisa desde cualquier lugar donde te encuentres. Es como una musa de artistas. También el cine se ha inspirado usándolo como escenario de famosas películas como: Enamorada; Talpa, basada en el cuento homónimo de Juan Rulfo; Lo que importa es vivir; Canoa... La belleza de este volcán se divisa tanto desde Tlaxcala como desde Puebla.  En la región boscosa predomina el pino, el ocote, la encina, el enebro y la sabina. En sus planicies poco húmedas, se da el maguey y el nopal. Tlaxcala es el lugar mejor comunicado de todo el país y el primero que contó con vías férreas.

Termino con la leyenda más popular, la leyenda que da el nombre a Malinche. Dicen que doña Marina le pidió permiso a Hernán Cortés para bañarse en la laguna de Acuitlapilco, que se encuentra situada a unos tres kilómetros de la ciudad de Tlaxcala. El Capitán, le concedió esta petición. La acompañaban cuatro esclavas. Se encaminaron al lugar vestidas con sus coloridos trajes huipitl, sus joyas ofrecidas por Cortés, su porte y elegancia tropical de mujeres hermosas. Malinche se desnudó y se metió en el agua, sin darse cuenta que en el lado opuesto de la laguna la estaban observando los de Xiloxoxtla, un poblado cercano a la Laguna de Acuitlapilco.  Entusiasmados por la belleza de Marina, la confundieron con un hada y le pidieron que desencantara a la montaña Matlalcuéyatl, que también significa Malinche, refiriéndose a la misma montaña. Marina, al sentirse perdida exclamó ¡Malinche! ¡Malinche!, se vistió apresuradamente escuchando los caracoles y el griterío de la gente que corría tras de ella. Cuando Cortés se enteró, ordenó a sus arcabuceros que le prestaran auxilio a doña Marina. Fue así como su nombre se tornó por el de Malinche dejando también el nombre a la hermosa montaña. Y dicen que doña Malinche sigue encantada en la montaña de la que ambas recibieron el nombre.





A LA VIRGEN DE OCOTLÁN

En el pocito bebe el alma
las aguas de la Virgen de Ocotlán
El manantial brota junto al fuego de los volcanes
Las heridas embalsaman el tiempo
Juan Diego cura pestes
la fe transporta el misterio
y flores blancas crecen
entre los pinos.

©Julie Spetrán

A LA MALINCHE

Naciste en Veracruz, Malinalli,
y fuiste vendida como esclava
a los vencedores
Tenías don de lenguas
como las aves privilegiadas
Sobrevivías
a las noches tristes
el Amor te dio a Martín
el despecho a María
La viruela destruyó tu belleza
la luz marina de la tarde
cubrió tu juventud
de polvo
fuiste odiada
pero dejaste en los ojos de Cortés
la fuerza de tu estirpe.

©Julie Sopetrán

jueves, junio 14

LOS DIOSES DE MÉXICO



DIOS DE LA MUERTE

Disfrazado de muerte
tocas la piel del mundo,
como si fueras brisa
vestida de colores
Plumas para los tactos
descarnados
o tal vez beso en azul
de llanto contenido
Vienes y vas entre mis soledades
me sonrío del caos
y me dejo envolver por el misterio
de tus identidades.

©Julie Sopetrán


Texto y fotos: Julie Sopetrán


Tanto me sorprendió en Tlaxcala, contemplar la obra del Maestro Desiderio Hernández Xochitiotzin, que aún recuerdo sus murales, él expresó mejor que nadie, la historia y el alma de los dioses mexicanos, sus guerras sagradas, sus mitos, sus leyendas, esas realidades contadas en el mural, representadas por el águila, el tigre, el sol, la serpiente, el maíz... La fuerza y el encanto, las batallas, las creencias, la conquista. Todo está impreso en el Palacio de Gobierno de Tlaxcala, fue para mi un deleite contemplar sus murales y conocer en persona al Maestro que me contó ampliamente los detalles...


Pero otro de los lugares que me impresionó, fue Monte Albán en Oaxaca, y muy especialmente el Museo de Santo Domingo, donde pude conocer y admirar los tesoros de la Tumba número siete, dioses, joyas, artefactos curiosos y mi encuentro con el Dios de la Lluvia: Cozijo, mirándonos, desde las cuencas de sus ojos milenarios, contacté por primera vez con Meso América. Mirando a este dios zapoteca comencé a llorar  inexplicablemente. Recuerdo que es el museo más oscuro que he visitado nunca. Iba mirando los tesoros y de pronto encontré una escultura del dios Cozijo en el centro del museo, mirándola comencé a llorar, no tenía motivo alguno para hacerlo, no sabía por qué me emocionaba tanto aquella escultura, pero lo cierto es que me hablaba en silencio, me envolvía, quise fotografiarlo, pero no lo conseguía, a fuerza de intentarlo por fin sentí el clic de la cámara. Pregunté por él en la tienda del Museo y no había nada relacionado, ni siquiera una postal, sólo me dijeron que era el dios de la lluvia Cozijo. Regresé a España y desde la piedra milenaria de esta escultura, sé que sus ojos aún me siguen mirando.
Me traje su foto.

Dioses como Tonacatecuhtli y su esposa Tonacacihuatl. Sus hijos, Tlatlauhqui, Tezcatlipoca, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli. El primero era de color rojo, el segundo de color negro, el tercero era el Dios de la vida, de la mañana, del planeta Venus, la serpiente emplumada y el pequeño dicen que nació sin huesos y vivió seis siglos. Parece que estos dioses crearon al hombre, que labraba la tierra y a la mujer, que hilaba y tejía, crearon también el fuego y una parte del sol, dándoles a la vez el maíz para que pudieran alimentarse, adivinar el futuro y curar sus enfermedades. De esta pareja nacieron los macehuales que formaron la clase trabajadora de los pueblos indígenas. Estos dioses crearon también los días, los cielos, el agua y crearon también un caimán, así nació la tierra y los dioses del agua y de las buenas y las malas lluvias.


Las culturas toltecas, zapotecas, otomíes, mayas, purépechas, aztecas... Todas tienen sus dioses y diosas. Las danzas, la música, la tradición, conserva sus nombres, símbolos y leyendas. Aquello autóctono que parece una fantasía pertenece a esas gentes valientes, honestas, fieles a la historia, constantes en el empeño de conservar sus dioses.
Dioses que también fueron sanguinarios y demandaban sacrificios humanos para vencer la oscuridad. Recordemos el origen azteca procedente del mito Aztlán que significa "lugar de garzas". El Valle de México estuvo habitado por diferentes pueblos, los aztecas fueron los últimos que allí vivieron. Luchaban con sus vecinos de Culhuacán y Azcapotzalco. Llegaron al Anáhuac y, en 1325 fundaron Tenochtitlán que después se llamó México. Vencieron a los Toltecas y a los chichimecas y se adueñaron del Golfo de México hasta Guatemala.  No podemos olvidar a su Dios Sol, Huitzilopochtli. Porque los aztecas se consideraban elegidos por el Sol. Su diosa del Amor era Tlazolteotl.

                                                                                                                    Tlazolteotl
Ometeotl y Omecihuatl estos nombres significan Señor y Señora, son dioses de la dualidad. Tezcatlipoca, significa el espejo que humea, se le relaciona con la luna.
Pero podemos recordar más culturas prehispánicas, todas ellas de gran importancia en relación con sus innumerables dioses. En la cultura Maya encontramos a Itzamná, que es el dios de la Sabiduría, creador de la ciencia y es el ser que se lleva interiormente. Como el dios Serpiente también relacionado con la Sabiduría, porque sólo siendo sabios podrá comernos el águila.Yum Kaax, que es el Dios del maíz. Yum Cimil, dios de La Muerte.



Kauil, Dios del fuego. Ix U, Diosa de la luna, es el Dios Madre, símbolo de la femineidad, de la ternura... Admirando Chichén Itzá, en su Plaza de las mil columnas o en el Templo de los Guerreros... podemos percibir la conexión con estos dioses. Los Totonacas en Veracruz, en Tajín, ellos eran politeistas, adoraban a varios dioses. Tláloc, el Dios de la lluvia. Xipe-Tótec, Dios del maíz y de la abundancia, representa la fertilidad. Chihuacóatl, la Diosa del viento, fue la primera mujer en dar a luz, por eso la consideran la patrona de los partos.
En Michoacán, los pueblos Purépechas tienen a Curicaueri, deidad que da origen al resto de los dioses, que era el gran fuego, la gran hoguera, el dios sol. Xaratanga, trajo al mundo el maíz. Thares, Upeme y Uazoriquare, también tienen otros nombres como Curita Caheri, que era el mensajero de los dioses. Auicanime, la diosa del hambre. Uacúsecha, Tingarata... Y así veían a estos dioses en forma de águila, piedra, fuego, caimán, porque los indígenas creían que el origen de su pueblo era divino a través de las cosas que utilizaban. A veces me queda la duda de saber si fueron los hombres los que inventaron a sus dioses, o fueron esos dioses los que crearon a los hombres. Lo que sí es cierto es que ambos se necesitan.



Los nombres de los dioses mexicanos son tan difíciles de pronunciar para un castellano, que al nombrarlos, se nos traba fácilmente la lengua como por ejemplo cuando pronunciamos del nombre del dios: Tlacaxipehualiztli, de ahí derivan los ritos de desollamiento dedicados al dios Xipe-Tópec, dios de la lo nuevo, y todo porque la tierra cambia su piel muerta por una nueva, que consigue el milagro de la primavera.
Los dioses tenían que ver con el Universo, incluso con los puntos cardinales y los colores. Por ejemplo, el oriente, se identificaba con el color rojo regido por el dios Xipe-Tópec. El poniente por el color blanco, regido por la Serpiente Emplumada Quetzalcóatl.  El norte por el color amarillo y negro regido por Tezcatlipoca. El sur por el color azul regido por Tlalóc (Huitzilopochtli en la versión mexica). Así también el ritual de las ofrendas de comida a los muertos, no es otro que el alimento de los dioses.


Tlacaxipehualiztli

Es el tiempo y el espacio lo que dio lugar al mundo prehispánico. Los cuatro Soles destruyeron su eterna lucha. Luego nació el Quinto Sol en Teotihuacan, en el cual actualmente vivimos. Cada cincuenta y dos años había una renovación de lo existente, el Xiuhmolpilli, las cincuenta y dos cañas que simbolizaban el siglo.
Pastor Rouaix, cuando habla de la fealdad de los dioses, dice que también eran feos los Budas con sus barrigotas, las Astartés fenicias o las divinidades del viejo Egipto, dioses convertidos en gatos y otros seres indescriptibles. 




En esa conservación de las tradiciones mexicanas, admiro al danzante azteca soplando el caracol marino, mientras el otro mueve las sonajas azules. A su lado un músico de Yunuen,  Michoacán, lleva colgado un tambor alargado en forma de animal hecho de un tronco de árbol hueco. En esas danzas mexicanas viven los dioses, porque sus gentes todavía conservan vivas sus tradiciones y esto sí que es una magia digna de admirar. La danza es un rito, que todavía nos habla de oradar las orejas y lengua con espinas de nopal, para que el movimiento de los danzantes, rememore la sangre de aquellas ofrendas a los dioses, la danza que nos hace sentir que la lluvia y los rayos y los truenos eran "el licor de la tierra". Todo para los mexicanos tenía un dios y el fuego, la música, la danza, pueden ser Macuilxóchitl, Xochiquetzal o Xochipilli.
Podríamos estar hablando de los dioses durante muchas horas. Pero he de terminar con una leyenda y un poema.




Dicen que mucho antes de la llegada de Quetzalcóatl, los aztecas comían animales que cazaban y raíces, todavía no tenían el maíz porque estaba escondido en algún lugar detrás de las montañas. Los viejos dioses quisieron separar las montañas pero no lo conseguían y los aztecas se presentaron ante Quetzalcóatl para que les ayudara a encontrar el maíz.

Dios de ayer

Quetzalcóatl, les dijo que él encontraría lo que necesitaban. Pero tan poderoso dios no conseguía separar las montañas con su fuerza. Dicen que entonces se convirtió en una hormiga negra y lo acompañó otra hormiga roja y los dos se fueron a las montañas en busca del maíz. Vencieron las dificultades del camino y por fin el gran dios llegó donde estaba el codiciado maíz, tomó un grano maduro entre sus mandíbulas y emprendió su regreso. Cuando llegó entregó el prometido grano de maíz a los necesitados indígenas.  Los aztecas plantaron la semilla y fue así como después sembraron y cosecharon. Y gracias a un grano después fueron ricos y vivieron felices creando ciudades y alimentando a sus familias. A partir de entonces Quetzalcóatl se convirtió en el dios más amado porque él fue quien les trajo el maíz no por utilizar su fuerza de separar montañas, fue por su astucia e inteligencia...

Diosa de hoy

El poema al que hacía referencia lo escribí en Oaxaca, después de conocer a Cozijo, el dios de la lluvia,  de quien os he hablado anteriormente y con el que quiero terminar por la importancia que tiene mi visión del más allá hispánico.


AQUEL DIVINO ENCUENTRO CON COZIJO


Mirándote a los ojos desde el oscuro centro
supe que hay otra vida más allá de la muerte;
la lluvia de tus montes es blanca en la mirada
y hay que llorar muy hondo para volver a verte.
Me hablaste de las tumbas, de tesoros ocultos
de otra vida lejana guardada en tus arcanos;
me dijiste que el agua es el oro del mundo
y presentí al mirarte, el tacto de tus manos.
La quietud de la piedra conmueve y emociona
porque es la joya viva de todos los momentos;
tú la pusiste a fuego cuando sentí en mi alma
arder uno por uno... todos los sentimientos.
Y hoy que vuelvo a mirarte desde una España ausente
me parece mentira que en el oscuro centro
la lluvia de tus ojos, tan limpia, tan cercana
empape todavía... nuestro divino encuentro.


©Julie Sopetrán

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  JUNTO AL ARROYO (Villancico 2023)   Y amaneció con escarcha el arroyuelo que pasa por la sombra de mi casa.   Aunque el sol br...