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lunes, julio 22

MÉXICO: UN POCO DE HISTORIA



Por Julie Sopetrán

Me pedía uno de mis lectores de Magias de México, que hablara un poco de la historia de este gran país. Y la verdad que no me ha sido fácil resumirlo. Pero con mucho gusto deseo complacerte, Fernando. Para ello, he traído algunas imágenes de la red.
Fue en 1519, cuando los españoles llegaron a México. Dos años después se apoderaron de Tenochtitlán. En 1535, se impuso el dominio de España hasta que en 1810, Miguel Hidalgo, inició la independencia, que duró hasta 1821. La ley suprema del Estado Mexicano es la Constitución, que se inició el 5 de febrero de 1917. México es un país republicano, democrático y federal y, el conjunto de estados, se llama oficialmente: Estados Unidos Mexicanos. Así hemos visto últimamente que el pueblo ejerce una soberanía por medio de los Poderes Públicos.



UN PAÍS RICO

México es un país muy rico, su riqueza está mal distribuida. Sus gentes se concentran en la Altiplanicie. Sus regiones desérticas nos hablan de su gran necesidad de agua. Por otro lado, vemos sus campos sin cultivar, es una tierra virgen, rica, que reclama semillas. Sus recursos naturales son inmensos y su futuro está en manos de los gobernantes. Al llegar al aeropuerto de México, se empieza a tomar contacto con ese espíritu de grandeza y riqueza natural que ofrecen sus espacios. Hablaba en otro artículo de las ciudades coloniales, llamadas así por la época colonial de la Nueva España. Fueron ciudades conquistadas por los españoles, como la ciudad de México, fundada en 1521. En ese mismo año se conquistó Oaxaca. Tres años después en 1528, San Cristóbal de las Casas. Puebla, en 1531. Querétaro en 1555. Guanajuato en 1557. Las ciudades situadas en la costa, como Veracruz y Campeche, tuvieron desde el principio una comunicación privilegiada con España a través de Filipinas.




LAS LUCHAS INTERNAS

 Estas ciudades coloniales nos hablan de las luchas entre conquistadores, entre el clero regular y el clero secular, nos hablan de los primeros misioneros, de los abusos de autoridad de los sesenta y dos virreyes. Estamos refiriéndonos a los siglos XVI y XVII, cuando todo se hacía bajo la merced de la corona, cuando existían los diezmos, los donativos privados, las especulaciones financieras y las luchas entre los poderes civiles y de la iglesia católica. Por estas ciudades pasaron, Vasco de Quiroga, Antonio de Mendoza, franciscanos, dominicos, agustinos, jesuitas... Todos ellos lucharon entre sí, entre ellos mismos, acumularon riquezas, aunque otros hicieran una buena labor entre los indígenas, como Tata Vasco, Fray Alonso de la Veracruz, Fray Junípero Serra,  etc... No todos eran iguales, pero la mayoría explotaba a los indígenas.



EXPLOTACIÓN DE LOS INDÍGENAS

La población de la Nueva España, llegó a tener unos seis millones de habitantes. Los indígenas fueron explotados, eran los obreros de los grandes señores propietarios, vasallos del rey. Esto despertó un odio profundo hacia los blancos, que en su momento estalló en forma sangrienta. Pero ¿quiénes eran los mestizos y las castas? Los hijos de español e indígena, y de las demás sangres, mientras denigrados por los blancos, se sentían superiores a esos indígenas a quienes explotaban a su antojo y los consideraban plebe, los léperos, los "pelados".... Las castas tenían un constante odio hacia los blancos porque pagaban su tributo. Los criollos, eran los hijos de los españoles, nacidos en la Nueva España y se consideraban los más ilustrados de la Colonia. Eran personas acomodadas que recibían cuantiosas herencias y eran también los subordinados de los españoles.


NACIDOS EN EUROPA

Se llamaba peninsulares, a los españoles nacidos en Europa, que llegaban a la Nueva España a enriquecerse. Fueron los más privilegiados, lo dominaban todo y eran odiados por los demás grupos sociales. Los latifundios que dominaban los peninsulares, empobrecía más y más al indígena que no era dueño de nada, ni siquiera de sus propias tierras. Así fue como empezó a difundirse la cultura que favoreció a la Independencia de México.




LA LIBERTAD

Francia invadió a España y la Revolución Industrial del siglo XVIII, creó el liberalismo que favoreció a la libertad del hombre. Inglaterra atacó a las posesiones de España, quería adueñarse de ellas y así lo consiguió en Buenos Aires, ayudando a Venezuela a conseguir su independencia. Algunos virreyes españoles fueron tan débiles como cobardes y así fracasaron. Las ideas de Juan Jacobo Rousseau, llegaron a México a través de los piratas franceses y fue así como se llegó a la Ilustración y al beneficio que ello aportó a los pueblos oprimidos. Carlos III entendió este movimiento, pero la Independencia de los Estados Unidos, el 4 de Julio de 1776, impactó a España y la debilitó. Carlos IV y su hijo  Fernando VII, tuvieron que abdicar.




EL GRITO DE DOLORES

Si a alguien en México, se le llama Padre de la Patria, es a Don Miguel Hidalgo y Costilla, cura excomulgado que luchó con y para su pueblo. A las cinco de la mañana un 16 de Septiembre se dio el Grito de la Independencia con la bandera estandarte de la Virgen de Guadalupe, donde podía leerse: "¡Viva la Religión! ¡Viva nuestra Madre Santísima de Guadalupe!¡Viva Fernando VII!¡Muera el mal gobierno!" Desde Atotonilco hasta Guanajuato, los insurgentes iban conquistando ciudades y sería en Chihuahua donde moriría fusilado el Padre Hidalgo y siguiendo su ejemplo, Don José María Morelos, que desde Colima hasta Chiapas, pasando por Puebla y Veracruz, conquistó valientemente esta tierra para la independencia.



LA PRIMERA CONSTITUCIÓN

Morelos, afianzó la repartición de las tierras y dijo que  "el color de la cara no cambia el del corazón ni el del pensamiento". El "Generalísimo" Morelos,  en Apatzingán, el 22 de octubre de 1814, constituyó la primera constitución política de México. "La ley es una e igual para todos", se acabaron los privilegios porque él  declaraba la igualdad de los hombres ante la ley. "El territorio conquistado por los insurgentes debería formar una República centralista, gobernada por tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial". Sus ideas eran muy buenas, pero los mismos que le apoyaron, después lo mataron. Él presintiéndolo escribió: "Morir es nada cuando por la Patria se muere". El desconcierto y la "guerra de guerrillas" continuó. Después lo hizo Guerrero y Mina, así México se fue liberando de esa pesada carga de las Colonias.



LUGAR PARADISIACO

Otras etapas de la historia moderna de México nos seguirían enseñando cosas, muchas cosas importantes de hombres luchadores, de mujeres valientes, de niños felices. México es un lugar para visitarlo muchas veces. Cuando se empieza a conocer no se puede dejar. Cada vez se amplían más sus fiestas, sus tradiciones, sus gentes hospitalarias que te invitan a no dejar de compartir su quehacer diario y de investigar sus raíces y sus vivencias ancestrales.  Son historias de vida, es la cultura de sus grupos étnicos. Cada rincón esconde una leyenda y en cada leyenda hay un español malo y otro bueno. Los dos se funden en ese odio-amor mezclado en una misma sangre, en un mismo modo de ser y estar y sentir mexicano.




viernes, agosto 10

UN PASEO POR LA CIUDAD DE OAXACA


Salón de los Cántaros de Santa Catalina

Texto: Julie Sopetrán
Fotos: (Estado del Gobierno de Oaxaca) y Julie Sopetrán

Nada más llegar a Oaxaca de Juárez, sentí en mi rostro la caricia de un clima delicioso. Su media de temperatura oscila en los 18 grados en los meses más fríos y unos 23 grados en los meses más calientes, está a una altura de 1550 metros sobre el nivel del mar. Me llamó la atención la piedra verde de sus edificios. La amabilidad de sus gentes. Las iglesias, conventos y palacios y su primorosa arquitectura.
Una de sus fiestas más hermosas es La Guelaguetza, música, baile, canto, tradición... Puedes leer un artículo dedicado a tan singular festejo en este mismo blog. Mayo 2011.
Partiendo del centro histórico, del Zócalo y la Alameda, me adentro en los grandes Portales, y ya me siento integrada en la ciudad. Allí la gente se reúne, charla, toma café, va y viene constantemente y su contemplación llena todo mi espacio.


Los árboles de la Alameda de León, sonríen y abrazan al oaxaqueño y al turista. Su vejez refresca los pasos y su belleza invita al descanso.  A Oaxaca la llaman la Verde Antequera, debido a que la mayor parte de sus edificaciones son de verde cantera.
Esta Alameda formó parte del mercado de la ciudad donde se podían apreciar piezas de cerámica negra de Coyotepec, también la loza verde y vidriada de Atzompa, así como la cerámica roja, que era la preferida para el uso diario, por ello antes se llama a este lugar la "Plaza de cántaros" debido a la riqueza de su cerámica.
Esta ciudad fue fundada por el emperador azteca Ahuizotl, por el año de 1486, sus guerreros se instalaron en el Cerro de Bellavista, al que los nahuas llamaron Ehécatl, dios del viento. Hoy se conoce este lugar como el Cerro del Fortín. Desde este lugar se divisa todo el valle donde se encuentra la ciudad de Oaxaca. 


Su primer nombre fue Antequera en 1532, nombre otorgado por el rey Carlos I de España con el título de "muy noble y leal ciudad". Fue en 1821 cuando se la llamó Oaxaca que en náhuatl quiere decir "en la raíz de los huajes".  Huaje es una planta forrajera leguminosa de tipo arbustivo que en forma natural abunda en estos lugares y es buena para el ganado, es muy digestible con un alto porcentaje de proteína.  También es un árbol que puede crecer hasta diez metros de altura, el tronco derecho con las ramas ascendentes y la copa redondeada. La corteza de este árbol es lisa de color gris oscuro.
Huajes - Foto de Internet
Yendo hacia el oeste de la ciudad nos encontramos con la Catedral, sede de la época colonial. Los primeros religiosos que se establecieron fueron los dominicos, los que comenzaron su evangelización a los indios y para protegerlos de los abusos de los conquistadores, convencieron a los vecinos para solicitar la instalación de un obispado. Se obtuvo la bula el 21 de Junio de 1535 y el primer obispo fue el dominico Juan López de Zárate. Se realizaron varias construcciones, debido a los terremotos y por fin en 1740 se terminó la magnífica portada. Fue declarada monumento histórico el 4 de mayo de 1933. Al ser Oaxaca una zona sísmica esta Catedral se ha reconstruido varias veces.

Catedral de Oaxaca - Fachada
Cortés mandó a sus soldados que fundaran una villa en Tututepec,  porque había mucho oro en ese lugar, pero los soldados lo  desobedecieron y se fueron al Valle de Oaxaca, porque el clima era más agradable. Fue así como los españoles fundaron Segura de la Frontera, en lo que actualmente es Oaxaca de Juárez. Pero esto era una rebeldía y tendrían que luchar contra Cortés y también contra el virreinato. Fueron varios los que se hicieron con el primer gobierno entre ellos, Hernando de Badajoz, Pedro de Alvarado, Juan Núñez de Mercado y Juan Peláez de Berrio.
Llama la atención de la Catedral, su portada, decorada con follajes labrados en piedra, sus relieves escultóricos, representan la Asunción de la Virgen coronada por la Santísima Trinidad y también el Santísimo Sacramento protegido por un palio sostenido por ángeles. En su interior, admiro sus bóvedas que cubren la nave central y las de medio cañón, las pilastras, los muros, el coro con su sillería espectacular, el órgano, el altar mayor y una colección de pinturas de principios del siglo XVIII, que me parecieron un auténtico tesoro. Pude contemplar un lienzo de 1720, Anónimo, que representa a San Cristóbal, entre otras bellezas de gran valor pertenecientes al siglo XIX.

Detalle del interior de la Catedral

Yendo por el costado sur de la Catedral, cruzando por la calle de Hidalgo, se llega a la Plaza de la Constitución que normalmente se la conoce como el Zócalo, de allí no quieres salir, es un lugar de esparcimiento donde la gente pasea, la familia disfruta del entorno, y se puede comer en cualquiera de los muchos restaurantes que la circundan. Hay también hoteles, tienditas de artesanía, cafés al aire libre, puestos para comprar huipiles, vendedores de globos de colores... En la tarde todo está lleno de gente que platica, disfruta, discute, come y se divierte.  Sin sentir la experiencia de esta Plaza, nadie puede decir que ha estado en Oaxaca.  Es no sólo el centro de la vida pública, cultural, política y social, sino que es el lugar idóneo para manifestarse, para cantar y para recitar poemas de los poetas populares oaxaqueños. No podemos dejar de lado el kiosco central, a imitación francesa, para los conciertos nocturnos y las bandas militares o para las audiciones de la Banda de Música del estado.


Nos detengamos un rato en el Palacio de Gobierno, con estilo de renacimiento francés e italiano, con sus columnas dóricas y sus 19 arcos de medio punto, sosteniendo estos arcos hay 16 pares de columnas con base cuadrada y capitel dórico en cantera amarilla, y así en el segundo piso que tiene 14 ventanales, con sus correspondientes balcones de hierro forjado y artísticos dibujos podemos imaginar la grandiosidad del edificio. Este lugar, es el centro político del estado, que en su momento albergó al cura Morelos, al inmortal Benito Juárez y a Don Porfirio Díaz.
Espectacular es la Sala de los Gobernadores, situada en el conjunto norte del Palacio, con sus dos grandes ventanales que muestran una magnífica perspectiva de la Catedral, la Alameda, los Portales y el Zócalo. Desde allí, los gobernadores arengan a la multitud. He de destacar la lámpara de araña de cristal cortado que adorna el interior y también las pinturas de todos los gobernadores oaxaqueños a partir de  Benito Juárez.

    Parte del mural del Palacio de Gobierno, creado por Arturo García Bustos

Pero si algo llama la atención de este Palacio, es sin lugar a duda, el mural, realizado por Arturo García Bustos, basado en Oaxaca en la historia y el mito, que evoca la grandeza sin par de este lugar y su lucha por la libertad. También podemos admirar a frailes, virreyes, cortesanas e indios oprimidos, encomenderos y señorones. Mujeres que evocan las velas istmeñas, la Sandunga y la Llorona,  a Sor Juana Inés de la Cruz, la cabeza romántica de Donají y el trabajo de la recolección de la grana cochinilla, el trabajo de los orfebres... Todo está magníficamente representado en este mural.
Al lado poniente, en otro mural, podemos contemplar la historia del mundo precolombino, es la época en que los hombres eran dioses.  
Pero no podemos irnos de Oaxaca sin visitar los mercados, caminando a una cuadra, al sur del Palacio de Gobierno, había dos mercados centrales, más o menos un kilómetro cuadrado del centro de la capital, era ocupado por mercaderes de todas las regiones del estado, exhibiendo los más variados productos.a Olores, colores, gente, variedad de cosas, artesanías, verduras, frutas tropicales, cestería, pescados, mariscos, cerámica, huaraches de Yalalag, y todo lo imaginable hecho en México.  Esos mercados siguen existiendo en el centro, en el Benito Juárez Maza, se venden ropas, artesanía  textil y la que le da fama a la cuchillería oaxaqueña, al cuero, jarciería y sombreros. Exquisitos los chocolates, el quesillo, los chapulines y las famosas agüitas de Casilda, la horchatera. Junto al Templo de San Juan de Dios, existe otro mercado de comida oaxaqueña, allí se preparan los mejores platillos y viandas tradicionales, moles, caldillo de nopalitos o las famosas enchiladas.


Campanario de la Iglesia de San Juan de Dios

 

Entre los dos mercados destaca la Iglesia de San Juan de Dios, que fue la primera iglesia construida en Oaxaca en tiempos de mixtecos y zapotecos. Al pie de un árbol de huaje se dijo la primera misa el 25 de noviembre de 1521.
Podemos visitar varias iglesias, por ejemplo el Templo de San Felipe Neri en el Centro Histórico. En este templo contrajo matrimonio Benito Juárez García con Margarita Maza Parada. Me encantó el retablo del altar mayor, donde se encuentra la Virgen del Patrimonio y en la parte superior , San Felipe Neri. Es una auténtica belleza del churrigueresco mexicano. En el mismo Centro Histórico se encuentra la Iglesia de la Soledad, primero fue ermita, 1529, de San Sebastián, construida por los Dominicos. Ahora es una iglesia majestuosa de 24 metros de altura, primero fue de cantera verde, ahora amarilla. Sus columnas son dóricas, jónicas y salomónicas. Existe junto al templo, un museo religioso. Y también una roca que, según la tradición, colocas el oído y se escucha el ruido del agua que corre como si fuera un río.


Retablo principal de San Felipe Neri


Y no puedes irte de Oaxaca sin visitar el Museo de Rufino Tamayo, donde puedes admirar piezas prehispánicas de gran valor. O el Museo de Arte Contemporáneo, conocido como la Casa de Cortés, aunque no estuviera allí nada más que de paso.  En Oaxaca también hay una calle de Alcalá, entre Morelos y Santo Domingo, donde puedes admirar hermosas casonas coloniales y comprar joyas y artesanías. También puedes tomar un buen café de Pluma Hidalgo...   Y de paso, hay que visitar el Exconvento de Santa Catalina de Siena de reminiscencias árabes, también fue cárcel y cine, es un edificio muy bien restaurado, sobrio, recogido, espiritual.


Museo Nacional de Antropología e historia - Santo Domingo
Otro lugar que merece la pena visitar es el templo de Santo Domingo de Guzmán, del que ya os he hablado en otros artículos, allí donde me encontré con el dios Cozijo. Su exterior tal vez no dice demasiado, pero en su interior existe la espiritualidad de su Museo Regional de Antropología e Historia de Oaxaca. Donde se exhiben los tesoros hallados en  la tumba número 7 de Monte Albán.  Se comenzó a construir en 1570. Los recursos eran muy escasos, los frailes dominicos sólo contaban con veinte reales para la edificación y terminó costando doce millones de pesos oro. Increíble. En este templo, podemos contemplar varios estilos, el gótico, el románico y el arábigo.  El barroco exuberante del interior contrasta con la sencillez de la fachada exterior. Pero yo diría que allí está impregnado el espíritu de los dioses. O por lo menos el de los indígenas que consiguieron crear un estilo arquitectónico nuevo. Este templo se terminó en 1666.



Oaxaca es una ciudad muy bella así como sus alrededores, como el templo de Tlacochahuaya, que quiere decir "lugar húmedo" donde se puede admirar toda la riqueza del arte más indígena. Destacables son las ruinas de Dainzú. Y las ruinas de Lambityeco, una ciudad que data del 700 a.C. También podemos acercarnos a Santa María de Tule. Famoso es su árbol ahuehuete, con más de dos mil años de vida, se cree que es el árbol más grande del mundo, tiene más de 40 metros de altura, 52 metros de diámetro, 705 metros cúbicos de volumen y un peso aproximado de 509 toneladas, a su sombra, pueden cobijarse más de 500 personas y 30 individuos tomados de la mano, con mucha dificultad abarcan su perímetro.
Otros de lugares preciosos es Teotitlán del Valle, asiento de los primeros pobladores zapotecas. En este lugar la artesanía le da renombre con sus antiguos telares de madera, con hilos de lana cardados a mano, pintados con la grana cochinilla de la que ya he hablado en otro artículo que puedes leer
en http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2012_02_01_archive.html
Famosos son los sarapes y ponchos, alfombras, tapetes, cortinas, vestidos y telas hechas de algodón.


Tlacolula - Mercado

Pero uno de los pueblos que me impresionó es Tlaculula, a 27 kilómetros de Oaxaca, me impresionó su mercado, un domingo, cuando todos los pueblos se juntan para el trueque, el tianguis. Rica es la barbacoa de chivo o carnero que se puede degustar durante las horas del mercado Martín González. Allí se puede comprar de todo, incluida la cal viva, esteras, ollas, cántaros, huaraches, frutas, verduras, hierbas aromáticas, ropa de todo tipo y lo más típico de Oaxaca, el mezcal con sus múltiples sabores y variedades.


Detalle de gran belleza del interior del templo de Santo Domingo
De estos lugares podríamos estar hablando días y noches, de Yagul, Mitla, Tehuantepec, Guie Ngoola, Salina Cruz, Playa Azul, Tlacotepec, Etla, Temascal, Puerto Escondido, Puerto Ángel, Huatulco... (Puedes visitar Huatulco en este blog  http://magiasdemexico-julie.blogspot.com.es/2012/01/huatulco.html son lgares de ensueño a los que no sólo hay que ir, también volver.
Yo al menos, así lo recomiendo.

O

domingo, julio 1

UN LUGAR DE MÉXICO LLAMADO TLAXCALA


 

Texto: Julie Sopetrán
Fotos: Mary Andrade, Julie Sopetrán, Oficina de Turismo México.

Si algún rival enemigo tuvo el imperio azteca, durante la época de la conquista,  fue Tlaxcala. Ciudad colonial, fundada en 1520 por Hernán Cortés, sobre la ya existente prehispánica.  Situada a unos tres mil metros sobre el nivel del mar. Es también el estado más pequeño de la República Mexicana. Linda con Puebla al norte, al sur y al este; al oeste se encuentra el estado de México y al noroeste está Hidalgo. Recuerdo que las nieves perpetuas del volcán Popocatépetl, tenían una luz especial, según me iba acercando a la hermosa ciudad de Tlaxcala, desde Puebla cuando lo visité en el año 1993.


Me llamaban la atención las ermitas, los maizales de los fértiles valles, los campesinos que vendían los frutos de la tierra por el camino y daban al paisaje, esa belleza amerindia que muy bien puede transportarnos, retrocediendo en el tiempo, hasta el pueblo prehispánico de los náhuatls. Campos cultivados de cebada, fríjol, haba, calabaza, alfalfa, tomate y los deliciosos frutales de duraznos, perales, manzanos, nogales y ciruelos...
Al pasar por Cholula, recordando al Cortés más guerrero, del que habla la historia, desde el monasterio de San Gabriel, con las cúpulas de su Capilla Real, de estilo mudéjar, contemplé la ciudad y una de las pirámides, tal vez la más hermosa y más grande de México, desastrosamente violada con un edificio de estilo español.




Tlaxcala fue sede del Primer Obispado de la Nueva España, su Escudo de Armas ostenta el título de: "Ciudad Muy Noble y Muy Leal".  Hernán Cortés llegó a Tlaxcala en 1519 encontró a sus habitantes defendiendo su independencia de los mexicas, de los huexotzincas y de los cholultecas. Así fue como se alió con los tlaxcaltecas para conquistar la gran Tenochtitlán. España trató especialmente a Tlaxcala, permitiéndoles conservar su gobierno indígena, sus tierras, su derecho a portar armas y montar los caballos, se les consideró hidalgos, incluso se les eximió del pago de tributos, entre otros privilegios y nunca perdieron el orgullo de ser los herederos de la antigua república.


En la ciudad de los chichi-mecas. Me llamaron la atención los edificios de la época colonial, las calles, la paz, los mercados en las plazas, el convento de San Francisco, la plaza de toros, el Palacio de Gobierno, la catedral de estilo rococó, la gente, esa gente sencilla, contemplativa... Todo me conquistó positivamente.
Tlaxcala, cuna del mestizaje, tiene unos noventa mil habitantes, forma parte del Eje Neovolcánico que recorre parte del México central. Su clima es templado. Llueve desde abril hasta finales de octubre. Está ubicada la ciudad a 114 kilómetros del Distrito Federal, a 38 de la ciudad de Puebla y a 307 del puerto de Veracruz. El nombre de Tlaxcala significa "lugar de maíz" o "lugar de pan o tortilla de maíz" o Texcalli que quiere decir peñasco... Antiguamente se llamó Chalchihuapan, se debía a que en ese lugar había una fuente llamada "La fuente sagrada" porque allí se realizaban ofrendas y ritos a los dioses.


Los franciscanos se asentaron en este lugar en 1524, lugar también llamado "tierra de los chalchihuites o de las piedrecillas verdes". Tlaxcala es una ciudad espaciosa, su Plaza de la Constitución, su fuente ochavada, con sus seis querubines labrados, por sus bocas de donde sale brillante el agua, fue regalo en 1646 de Felipe IV a la ciudad. Al poniente de esta plaza está el Palacio de Justicia que fue Capilla Real de Indios.. El Mesón Real, la Casa del Ayuntamiento, el Paseo de los Portales, la Catedral de la Asunción, el Museo Regional donde se encuentra la escultura prehispánica de Camaxtli, y también el óleo anónimo de fines del siglo XVII, con la Virgen de Ocotlán. El teatro Xicohténcatl, la Iglesia de San Nicolás de Tolentino y tantos edificios singulares que atrapaban mi paso...


Me llamó mucho la atención la Plaza de Toros, El Ranchero Aguilar y las escalinatas de acceso a la iglesia del Buen Vecino, desde donde se domina la ciudad. Son tantos y tan hermosos los atractivos de Tlaxcala, que necesitaría mucho espacio para describirla... He de destacar la Basílica de Ocotlán, si llaman a Tlaxcala "el lugar de los silencios azules", no cabe duda que ese silencio llega a ser misterioso en el parque que antecede a la Basílica, que primero fue ermita, con sus veintiséis arcos invertidos, llenos de flores, con sus lanzas blancas que contrastan con un cielo muy azul. Azul y blanco de la Virgen de Ocotlán. Desiderio Hernández, colaboró en el diseño de este lugar junto al arquitecto Dartigues. También se encuentra la iglesia del Pocito, de base octogonal, con el agua milagrosa que mana desde que la Virgen se apareció a Juan Diego.


Tenía un gran interés por ver y admirar las pinturas al fresco de Desiderio Hernández Xochitiotzin, que se encontraban en el Palacio de Gobierno de Tlaxcala. Este lugar antiguamente fue Casa Real del siglo XVI, lugar donde habitó Hernán Cortés. Se conserva todavía de esa época, la parte baja de su fachada. Este lugar ha sido un verdadero lienzo del Maestro Desiderio, un memorial de asombro y buen hacer. La fotógrafo ecuatoriana, Mary Andrade y yo, llegamos a Tlaxcala para entrevistar a este relevante muralista mexicano, él mejor que nadie, interpretó la historia de su pueblo, mostrándola en las  paredes del Palacio de Gobierno. Él estaba preparado para hacer esta obra mejor que nadie, porque no sólo era pintor, grabador, escritor, arquitecto, restaurador... Él era un hombre muy  asequible, un auténtico humanista  que definió en expresivas palabras esa leyenda negra de Tlaxcala... Cuando le pregunté cómo surgió la idea de los murales, con gran sencillez dijo:

                                                            

"no, pues la idea, así empezando un poco, como debe ser, ¿no?; la idea no fue mía, con toda honradez lo digo. Ni tampoco se pensó en esta proporción de la obra. Tenemos un San Benito,  ya sabe qué es eso ¿verdad?, la leyenda negra sobre Tlaxcala, que inventaron los hombres de la Independencia y luego la cultivaron los hombres de la Reforma, los liberales.
Dicen, que los tlaxcaltecas son traidores, o fueron traidores, y en consecuencia nosotros también, y todo porque se aliaron con los españoles. Claro, que el liberalismo fue una doctrina anticristiana y anti-hispánica y sobre nosotros todavía existe esa calumnia horrorosa."

Desiderio nació en el barrio de Santa María Tlacatecpac, en el pueblo de San Bernardino Contla de Juan Cuamatzi, en Tlaxcala, nació el 11 de febrero de 1922. Vivió en Puebla, su esposa era Lilia Ortega Lira, cuando lo conocimos. El Maestro tuvo nueve hijos, más una niña que yo conocí con su esposa, la niña tenía entonces seis años. El mayor de sus hijos murió siendo músico y poeta, su recuerdo estaba presente en cada rincón de su casa. Desiderio me hablaba de él como si todavía estuviera a su lado. Su padre fue don Alejandro de la Cruz Hernández de la Rosa y su madre doña Natividad Xochitiotzin Saldaña. Estudió en Puebla, en la Academia de Bellas Artes. Falleció el día 14 de Septiembre de 2007 a la edad de 85 años. Fue reconocido en muchos lugares de prestigio, como La Sorbona, Harvard, el Vaticano,  en la Universidad de Estocolmo en Suecia, etc.. Él perteneció a la segunda generación de los grandes muralistas mexicanos del siglo XX, fue el último muralista al fresco que había en México. Su apellido Xochitiotzin significa "flor de Dios" en el lenguaje indígena.



Transcribiré la larga entrevista que le hice para mi revista AZB, junto con Mary, hace ya unos años como testimonio de un gran artista. Hoy me limito a mostrar algunas bellezas de esta ciudad colonial que me sedujo y a la que algún día quiero volver.  



Bellísimos son sus extensos llanos, las sierras y los volcanes, como el Malintzin, o la Malinche, es un volcán inactivo con una altura de 4420 metros sobre el nivel del mar, frío en la cumbre y templado en la falda. Antiguamente se le llamaba Matlacuéitl, que era la esposa de Tlácloc, diosa de la vegetación. Cuando llegaron los españoles la llamaban Malintzin en honor a Malinalli, Marina o Malinche, que ayudó como intérprete a los españoles. El volcán tiene forma de cono. Es como un emblema del estado de Tlaxcala. Se le divisa desde cualquier lugar donde te encuentres. Es como una musa de artistas. También el cine se ha inspirado usándolo como escenario de famosas películas como: Enamorada; Talpa, basada en el cuento homónimo de Juan Rulfo; Lo que importa es vivir; Canoa... La belleza de este volcán se divisa tanto desde Tlaxcala como desde Puebla.  En la región boscosa predomina el pino, el ocote, la encina, el enebro y la sabina. En sus planicies poco húmedas, se da el maguey y el nopal. Tlaxcala es el lugar mejor comunicado de todo el país y el primero que contó con vías férreas.

Termino con la leyenda más popular, la leyenda que da el nombre a Malinche. Dicen que doña Marina le pidió permiso a Hernán Cortés para bañarse en la laguna de Acuitlapilco, que se encuentra situada a unos tres kilómetros de la ciudad de Tlaxcala. El Capitán, le concedió esta petición. La acompañaban cuatro esclavas. Se encaminaron al lugar vestidas con sus coloridos trajes huipitl, sus joyas ofrecidas por Cortés, su porte y elegancia tropical de mujeres hermosas. Malinche se desnudó y se metió en el agua, sin darse cuenta que en el lado opuesto de la laguna la estaban observando los de Xiloxoxtla, un poblado cercano a la Laguna de Acuitlapilco.  Entusiasmados por la belleza de Marina, la confundieron con un hada y le pidieron que desencantara a la montaña Matlalcuéyatl, que también significa Malinche, refiriéndose a la misma montaña. Marina, al sentirse perdida exclamó ¡Malinche! ¡Malinche!, se vistió apresuradamente escuchando los caracoles y el griterío de la gente que corría tras de ella. Cuando Cortés se enteró, ordenó a sus arcabuceros que le prestaran auxilio a doña Marina. Fue así como su nombre se tornó por el de Malinche dejando también el nombre a la hermosa montaña. Y dicen que doña Malinche sigue encantada en la montaña de la que ambas recibieron el nombre.





A LA VIRGEN DE OCOTLÁN

En el pocito bebe el alma
las aguas de la Virgen de Ocotlán
El manantial brota junto al fuego de los volcanes
Las heridas embalsaman el tiempo
Juan Diego cura pestes
la fe transporta el misterio
y flores blancas crecen
entre los pinos.

©Julie Spetrán

A LA MALINCHE

Naciste en Veracruz, Malinalli,
y fuiste vendida como esclava
a los vencedores
Tenías don de lenguas
como las aves privilegiadas
Sobrevivías
a las noches tristes
el Amor te dio a Martín
el despecho a María
La viruela destruyó tu belleza
la luz marina de la tarde
cubrió tu juventud
de polvo
fuiste odiada
pero dejaste en los ojos de Cortés
la fuerza de tu estirpe.

©Julie Sopetrán

JUNTO AL ARROYO (Villancico 2023)

  JUNTO AL ARROYO (Villancico 2023)   Y amaneció con escarcha el arroyuelo que pasa por la sombra de mi casa.   Aunque el sol br...